Inmersos como estamos en una época de desenfreno y excesos en la alimentación, será bueno recordar la necesidad de moderar el consumo de azúcares para controlar nuestros niveles de salud.

En la mayor parte de comidas y cenas que realizamos estos días abundan los dulces y, por tanto, en Navidad nuestros dientes están más expuestos a la caries dental y otros daños.

El azúcar incrementa la placa bacteriana en nuestra dentadura. La boca se vuelve más ácida y, al acumularse más placa, es mucho más fácil padecer caries o inflamación de las encías.

Además de reducir el consumo de ciertos alimentos, nuestra manera más eficaz para combatir los excesos es una higiene oral exhaustiva.

También hay que tener en cuenta que los dulces más duros pueden fracturar los dientes o los aparatos de ortodoncia.

Por otro lado, si algo caracteriza a las fiestas en general y a la Navidad en particular es el consumo de alcohol. Sabemos que puede ser inevitable coger la copa y brindar por el año nuevo. El problema llega cuando llegan los excesos. El alcohol es muy dañino para tu salud general y también para tu boca, llegando incluso a cambiar su pH, lo que puede dar lugar al inicio de caries y otras enfermedades bucodentales. Si no puedes resistirte, te recomendamos el vino tinto, ya que el blanco y el champán son más agresivos para el esmalte y para el cemento de la raíz dental.

Ya de paso, a la hora de endulzar el café o las infusiones, nuestro consejo pasa por consumir aspartato, estevia u otros edulcorantes menos dañinos para los dientes que la glucosa u otros azúcares.

Los estudios demuestran que el daño es mayor cuando se come azúcar entre comidas y menor cuando se incluye entre otros alimentos. Una idea a tener muy en cuenta.

Estos días, debes aumentar el consumo de proteínas, calcio y vitaminas A, C y D. Asimismo, mantén tu boca siempre hidratada. Alterna los refrescos o bebidas alcohólicas con agua. Esto te ayudará a generar saliva y a favorecer la eliminación de restos alimenticios y bacterias que se hayan podido quedar entre los dientes.

Un último dato que puede ser de interés. Las directrices de la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomiendan que la ingesta diaria de azúcares libres se limite a menos de 50 gramos, tanto en adultos como en niños. Una mayor reducción, a 25 gramos, aportaría beneficios adicionales y ayudaría a minimizar los riesgos para la salud (incluido el de caries dental) a lo largo de la vida.

Con estos consejos bien presentes, disfruta de las Navidades y de sus comidas, pero siempre teniendo presente que cuidarnos nos dará muchas alegrías en el futuro.

¡FELIZ 2022, CON UNA SONRISA PERFECTA!

Casi sin darnos cuenta, estamos de nuevo inmersos en estas fechas navideñas. También en esta ocasión, se espera una celebración diferente en la que tendremos que cuidarnos y cuidar. La pandemia continúa muy presente y, por lo tanto, las medidas de prudencia y seguridad con familia y amigos también deben ser algo a tener en cuenta.

A nivel de salud bucodental, os recordamos controlar el consumo de azúcares. Sabemos que es difícil en estas fechas, pero debemos hacer el esfuerzo para evitar problemas a futuro. No sólo en lo referido a dulces típicos navideños, sino también las bebidas carbonatadas y el alcohol.

Cuidado también con los alimentos duros que pueden llegar a fracturar alguna pieza dental, dañar los empastes o prótesis, o el aparato de ortodoncia. Insistimos en la necesidad de un correcto cepillado después de cada comida y, especialmente, antes de acostarnos.

La relajación temporal en las medidas de higiene bucodental por las vacaciones, viajes o las fiestas, puede ser un factor desencadenante de una enfermedad de las encías o el agravamiento de la misma. Unos mínimos cuidados nos evitarán algún que otro susto y nos permitirán lucir nuestra mejor sonrisa en esta época del año.

Además, no permitas que te amarguen las fiestas esa caries que tenías pendiente obturar o esa muela que te molesta. Aprovecha las vacaciones laborales o escolares para coger cita en el dentista y realizar esa intervención odontológica que continuamente se posterga. Puede ser un buen momento.

Desde el Centro Odontológico ALAIA os enviamos nuestros mejores deseos y esperamos que disfrutéis las fiestas en compañía de familia y amistades. Pero, siempre, con prudencia y cuidándonos para cuidar a los demás.

Por cierto, mucha suerte con Olentzero. Que cumpla todos vuestros deseos.

¡FELICES FIESTAS!
GABON JAI ZORIONTSUAK OPA DIZKIZUEGU!

Según la SEOP, Sociedad Española de Odontopediatría, la primera visita de los niñ@s al dentista tendría que realizarse durante el primer año de vida del bebé. Especialmente, tras la erupción del primer diente (alrededor de los 6 meses de edad, aunque con variaciones).

Por increíble que nos parezca, más del 25 por ciento de los menores de 4 años tiene caries, por lo que los especialistas coinciden en recomendar unos hábitos de higiene incluso antes de que nazca la primera pieza dental.

Hace años, los expertos recomendaban acudir a la primera revisión cuando hubiesen aparecido todos los dientes de leche, pero el aumento del porcentaje de caries ha hecho que se cambie la edad en la que se recomienda la primera visita.

Ese primer encuentro con el dentista es muy importante y el trabajo principal será familiarizar al niñ@ con el entorno de la Clínica para reducir el miedo y lograr su colaboración.

En el Centro Odontológico ALAIA, buscamos la cercanía y hacer el momento, incluso, divertido. Por eso, contamos en nuestro equipo con MOLARIS, nuestra mascota, que logra relajar a los pequeñ@s y nos acerca a ell@s.

Antes de iniciar la exploración, se sientan en el sillón, se familiarizan con el instrumental y les contamos, en un lenguaje sencillo y adecuado a su edad, el trabajo que vamos a hacer.

Una vez ganada su confianza, realizamos la exploración oral en la que revisaremos tanto los dientes, como las encías y tejidos blandos. Se valora la presencia de caries, la mordida para detectar posibles alteraciones estructurales y maloclusiones, así como la presencia de anomalías en los tejidos.

Además, es una visita muy importante porque empezamos a trasladar a los padres la necesidad de unos hábitos de higiene y dieta adecuados a la edad, así como recomendaciones sobre el uso del biberón o el chupete.

También hablamos del flúor. Una herramienta extraordinaria para remineralizar el esmalte y protegerlo del ataque bacteriano, lo que reduce significativamente el riesgo de caries. Otro tema importante a tratar es la necesidad de evitar toda fuente de azúcares fermentables, especialmente, durante los primeros años de vida. Y los hábitos de succión no nutritiva, es decir, la succión del dedo o el chupete: es un asunto que genera controversia, aunque los especialistas tenemos claro que es un hábito normal que debe eliminarse antes de los 3 años de edad. Si se prolonga más allá del tiempo aconsejado, puede generar maloclusiones.

Hay que acudir al odontólogo si ha habido un traumatismo dental. Las raíces de los dientes temporales están en contacto con los dientes permanentes que se están formando dentro del hueso. Durante este periodo, cualquier golpe en los dientes primarios puede afectar a las piezas definitivas.

Con una visita temprana al dentista, lograremos prevenir futuros problemas en la dentadura de los pequeñ@s. También se irán acostumbrando al gabinete y a l@s profesionales que se van a ocupar de cuidar su boca. La frecuencia de las revisiones será pautada teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada niñ@.

Fomenta los buenos hábitos desde edades tempranas.

Existen cuatro muelas cordales o del juicio, una por cada cuadrante bucal. Se sitúan en la última posición de la línea de la dentadura, al fondo de la boca.

Son las últimas muelas en desarrollarse y erupcionar. Generalmente, aparecen al final de la adolescencia. En ocasiones, pueden hacerlo con más retraso o, incluso, no llegar nunca a salir y quedarse retenidas dentro del hueso maxilar.

Suelen empujar los dientes de alrededor y, por eso, en muchos casos, su extracción resulta necesaria. También es justo decir que, en ocasiones, las muelas del juicio erupcionan perfectamente y no dan ningún problema. Hay veces en las que su retirada presenta incluso más riesgos para el paciente que su propia conservación. En estos casos, lo que pautaremos es una vigilancia periódica para confirmar que no es necesario cambiar de criterio.

Tienen mala fama por sus dolorosas erupciones. Además, existe la afirmación de que las muelas del juicio no sirven para nada. Esto no es del todo cierto, ya que deben considerarse unas muelas más que cumplen con la misma finalidad que el resto: triturar, masticar y facilitar la digestión de los alimentos. Cierto es que no pasa nada si no han llegado a salir y no dan problemas.

Pero entonces, ¿por qué las tenemos?

En realidad, es un vestigio de nuestra evolución como especie. Nuestros antepasados tenían maxilares muy desarrollados y les cabía un cuarto molar. Hace miles de millones de años, servían para triturar mejor los alimentos. La dieta era, básicamente, carne mucho más dura y cruda.

En la actualidad, la falta de espacio en la boca para estas piezas hace que su crecimiento pueda resultar doloroso, ya que la muela intenta hacerse hueco. El dolor está causado por la inflamación de la “bolsa” que envuelve la muela, que ha ido acumulando bacterias. La higiene es clave para que no haya tanta inflamación y las molestias sean mínimas.

También podemos preguntarnos por qué se llaman “muelas del juicio”. Su nombre va asociado a la fase en la que aparecen en nuestra boca. Socialmente, es el momento en que una persona adquiere una mayor madurez y capacidad de juicio.

Si tenéis cualquier duda o habéis comenzado a sentir molestias en la zona posterior de la boca, os recomendamos una visita a ALAIA. Una rápida exploración bucodental y una radiografía panorámica, nos permitirá tenerlo todo controlado.

Déjate aconsejar por nuestros profesionales.

El Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Se estableció en 1988 y, desde entonces, las agencias de Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen en diferentes actividades de concienciación.

El 1 de diciembre se conmemora esta jornada que pretende apoyar a las personas que padecen esta enfermedad y sensibilizar a la sociedad sobre diversos aspectos relacionados con el VIH.

Este año el lema es: “Poner fin a las desigualdades. Poner fin al Sida. Poner fin a las pandemias”.

La ONU establece que la salud es un derecho humano y debe ser una de las principales prioridades de inversión para lograr la cobertura sanitaria universal. Para superar la Covid-19 y poner fin al Sida, el mundo debe ser solidario y compartir la responsabilidad.

La Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) subraya la importancia de que las personas con VIH sigan una serie de consejos prácticos y sencillos para evitar problemas adicionales en su salud bucal que, además, pueden dar lugar a otras complicaciones sistémicas.

Y es que los problemas orales son muy frecuentes en las personas infectadas por este virus, debido al debilitamiento del sistema inmunitario. Son más susceptibles a tener aftas, llagas en la boca, caries o periodontitis.

La destrucción de los tejidos de soporte de los dientes (encías, hueso alveolar) es más rápida y agresiva en estos pacientes. Sus defensas no pueden combatir las infecciones de modo que, al final, pueden acabar perdiendo las piezas dentales.

Aunque la terapia antirretroviral combinada ha hecho que algunos de estos problemas disminuyan su frecuencia, otros se presentan más a menudo, en relación con los fármacos: por ejemplo, la sequedad de boca, un efecto muy habitual de estas terapias. Esto conlleva problemas al masticar o tragar e, incluso, puede impedir tomar los medicamentos necesarios.

Pero, además, la salud bucodental puede ser un precoz indicador de que existe infección por VIH. Esto es debido a que muchos de los signos y síntomas típicos de este virus aparecen por primera vez en la boca y, a menudo, es el profesional de la salud oral el primero en notar estos cambios.

Será esencial que la persona enferma siga escrupulosamente unas recomendaciones básicas de higiene bucodental. Las revisiones con su odontólogo tendrán que realizarse también más a menudo y el especialista podrá administrar los tratamientos necesarios para minimizar los problemas bucales y no reducir así la calidad de vida.

La boca, un indicador clave frente al VIH.

El skyce o piercing dental consiste en colocar una pieza de strass, a modo de pequeño brillante, que puede tener diversas formas y colores. Suelen situarse en los incisivos centrales o laterales, concretamente, en los superiores y se colocan utilizando la misma técnica que la llevada a cabo para fijar los brackets. Es un procedimiento indoloro y muy sencillo, que no requiere de anestesia previa, y dura aproximadamente unos 15 o 20 minutos.

Dicen que la cara es el espejo del alma y nada brilla más en ella que una sonrisa bonita. Los piercings dentales existen desde la antigüedad, con un significado en origen religioso o tribal. Actualmente, las costumbres ancestrales se han convertido en un reclamo estético innovador. Esta moda surgió en Estados Unidos y posteriormente viajó hasta Europa. En la actualidad, tiene gran éxito en Latinoamérica.

Incluso las denominadas “influencers” y “celebrities” se han sumado a la tendencia con una estética transgresora, en muchos casos, iluminando sus piezas dentales con elementos muy llamativos.

Es muy importante que el trabajo lo realice un odontólogo ya que no todos los adhesivos que se utilizan son idóneos y si el proceso no se realiza por un profesional, el esmalte puede resultar dañado.

La duración del piercing dental puede llegar a ser indefinida, aunque es posible retirarlo cuando se desee. Su duración dependerá de los hábitos de alimentación e higiene que tenga la persona.

Al tratarse de un elemento extraño en la boca, la joya dental requiere de cierta atención: imprescindible, una higiene diaria extrema, tanto en piezas dentales, como encías y lengua. Hay partículas de alimentos que pueden quedar atrapadas alrededor de la pieza y también se puede dar acumulación de placa e, incluso, dañar el esmalte.

Un requisito previo para poder apuntarse a esta moda es tener unos dientes sanos, sin sarro ni caries, para evitar posibles complicaciones. Si es así y, posteriormente, cuidas la higiene oral, no habrá ningún problema. Además, no necesita mantenimiento adicional después de su colocación.

La estética es importante, pero no hay que descuidar por ello la salud ni olvidar los posibles riesgos asociados a esta moda. Sin lugar a dudas, tu odontólogo no sólo es la persona indicada si has decidido colocarte el piercing dental, sino que además es la mejor fuente de información y quien te puede dar los mejores consejos al respecto.

Además, estas joyas dentales son de uso clínico, por lo que no hay que fiarse de vendedores externos.

Cuida tu imagen, cuida tu salud.

Los especialistas lo tienen claro: una buena salud oral ayuda a preservar una buena salud cardiovascular.

Parece que las especialidades médicas de Cardiología y Odontología están muy separadas y, sin embargo, existe un vínculo muy importante entre ellas. Los estudios atribuyen esta estrecha relación entre corazón y boca a la gran cantidad de bacterias que se sitúan bajo la encía y que pueden pasar a la sangre y afectar a otras zonas del organismo, además de aumentar el nivel de inflamación de todo el cuerpo.

Según indica el Consejo General de Dentistas, las bacterias orales afectan a las paredes de los vasos sanguíneos, provocando una respuesta inflamatoria en el organismo. Esto es debido a que se liberan sustancias llamadas mediadores inflamatorios, los cuales pueden dañar la pared de las arterias y facilitar así una patología cardiovascular.

La Asociación Americana del Corazón también ha confirmado que enfermedades cardíacas como la arteriosclerosis (arterias obstruidas), la endocarditis (infección del revestimiento interno del corazón) o la apoplejía (embolia o trombosis) están vinculadas con las bacterias de la boca. 

La Fundación Española del Corazón subraya investigaciones que han mostrado que, entre las personas con cardiopatía isquémica, alrededor del 40 por ciento ya han sufrido pérdida de piezas dentales. Este dato indica que la enfermedad periodontal grave es muy frecuente en pacientes con problemas coronarios.

Por tanto, si mantenemos una buena higiene bucodental, logramos reducir placa bacteriana en la cavidad oral y eso redunda en una menor inflamación a nivel local, en las encías. A su vez, esto favorece que haya una menor inflamación a nivel sistémico.

Las personas con enfermedad periodontal tienen el doble de riesgo de fallecer de un ataque cardiaco y tres veces más posibilidad de sufrir un derrame cerebral.

Debido a que las enfermedades cardíacas y la presión arterial muy alta pueden tener un impacto directo en la salud bucodental y viceversa, recomendamos realizar las correspondientes revisiones con el dentista y, ante todo, comentar con él si padece alguna enfermedad del corazón. De esta manera, el especialista encontrará el enfoque más oportuno para su situación y adaptará el tratamiento, los medicamentos y el proceso en general a su historial.

En este sentido, evitar el consumo de tabaco y alcohol, seguir una dieta sana y equilibrada, baja en azúcar, sal y grasas, y alta en frutas y verduras, reduce las enfermedades bucodentales y contribuye a una buena salud general.

Estas son las señales de una mala salud oral que pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares:

  • encías rojas e inflamadas
  • encías que sangran
  • mal aliento
  • retracción de las encías
  • dientes con movilidad

Comunique a su dentista cualquier variación en su historial médico. Cuente con nosotros. Cuente con ALAIA. Nuestro objetivo es enseñarle cómo cuidar su salud general a través del cuidado de su boca.

Protege tu corazón y tu sonrisa.

Los colutorios tienen efectos beneficiosos para la salud bucodental, como la reducción del riesgo de caries o la eliminación de la placa bacteriana. Sin embargo, deben ser prescritos por el dentista, por las posibles consecuencias negativas que algunos de estos productos pueden conllevar. Por ejemplo, tinciones amarillentas en los dientes, alteraciones del gusto y, sobre todo, pueden enmascarar determinadas lesiones que podrían llegar a ser graves.

Es importante que se usen como complemento o parte de un plan terapéutico, nunca como sustituto del cepillado dental. De lo contrario, viene a ser como poner acondicionador en el cabello, sin haberlo lavado antes con un champú.

Los restos de alimentos y la placa bacteriana sólo se eliminan mediante el barrido mecánico que se logra con un correcto cepillado.

Los colutorios ayudan a reforzar la higiene dental y nos proporcionan beneficios adicionales: por ejemplo, pueden ayudarnos a reducir la hipersensibilidad en los dientes, a combatir la halitosis, boca seca o a reducir la gingivitis (inflamación de las encías). Esto es debido a que contribuyen a la lubricación de las mucosas y estimulan la producción de saliva. Pero siempre, por delante, un buen cepillado (eléctrico o manual).

Hay varios tipos de colutorios, en función de su composición y de la acción terapéutica que se desee obtener:

  • Colutorios con concentraciones variables de flúor para prevenir la caries y remineralizar los dientes.
  • Colutorios con clorhexidina, para combatir la halitosis y problemas ocasionados por la placa bacteriana. También se utilizan en los tratamientos para la enfermedad periodontal.
  • Colutorios con acción contra la hipersensibilidad, con nitrato potásico y flúor.
  • Colutorios con medicamentos específicos para ayudar a la salivación y lubricación de las mucosas.
  • Aquellos para complementar algunos tratamientos de blanqueamiento de dientes.
  • Colutorios para ayudar en la cicatrización de heridas, con vitaminas y compuestos cicatrizantes.

Al igual que ocurre con la alimentación, estos productos tienen fecha de caducidad y es fundamental no usarlos cuando dicha fecha haya vencido, por los posibles efectos adversos.

En el Centro Odontológico ALAIA recomendamos los colutorios sin alcohol, para no irritar la mucosa oral. En tu próxima visita, podemos señalarte el que más se ajuste a tus necesidades.

Sin olvidar primero el cepillado, claro.

El Centro Odontológico ALAIA se suma a partir de hoy a la campaña “Prevención del Cáncer Oral”, promovida por el Consejo General de Dentistas y que se prolongará hasta el próximo 3 de diciembre.

La campaña va dirigida a los mayores de 45 años. Se llevarán a cabo revisiones gratuitas orientadas a la prevención del cáncer oral.

Se sabe que entre el 70 y el 75 por ciento de los casos de este tipo de patología se diagnostican tarde, lo que complica el tratamiento.

Esta campaña es una herramienta útil para trasladar pautas básicas de autodiagnóstico y dar a conocer posibles señales de alarma, máxime en aquellas personas con factores de riesgo.

Vigilando, acudiendo a consulta y con una actuación rápida, podemos combatir el cáncer oral y sus consecuencias.

La sensibilización y educación sanitaria de la población, tanto en lo referente a los signos de alarma, como a los principales factores de riesgo -tabaco, alcohol, virus del papiloma humano, una excesiva exposición solar- es fundamental para prevenir este tipo de cáncer.

Desgraciadamente, como hemos apuntado, en nuestro país alrededor del 75 por ciento de los cánceres orales se detectan en fases avanzadas, en las que empeora el pronóstico y la calidad de vida del paciente.

Este es uno de los motivos por los que el Consejo General de Dentistas renueva su campaña de concienciación a la sociedad.

Asimismo, recuerda la necesidad de llevar un estilo de vida saludable y visitar al dentista, al menos, una vez al año. A partir de los 40 años es recomendable cada seis meses. De esta manera, es posible detectar antes lesiones que podrían derivar en esta grave patología. También es muy importante la autoexploración y acudir al especialista si observamos cualquier cambio en labios, paladar, lengua, interior de las mejillas o encías.

No lo dejes para mañana: vigila el cáncer oral.

Los cepillos interdentales son de gran utilidad para completar la higiene oral cuando los dientes están separados por espacios tan grandes que el cepillo normal y la seda no bastan para eliminar los restos de comida.

En el caso de personas con enfermedad periodontal (pérdida de hueso y retracción de encías) es imprescindible para controlar los niveles de placa dental.

También son muy útiles y aconsejables para la higiene rigurosa de los elementos de un puente, de los implantes y para aquellas personas que usan aparatos de ortodoncia.

Con el cepillo interdental evitamos la acumulación de restos de alimentos, bacterias y placa dental que pueden traer graves consecuencias: gingivitis, caries, inflamación de las encías o periodontitis.

Hay disponibles cepillos interdentales con una variedad de diámetros diferentes, según el tamaño de los espacios. Tienen una parte plástica o metálica, en la que se insertan las cerdas en forma de espiral y así toman una forma cónica o cilíndrica. El tamaño de los cepillos es muy importante. Debemos elegir el correcto, e incluso varios según sean las separaciones entre nuestros dientes.

Debemos usarlos cada día, como complemento al cepillado, al colutorio y al hilo dental.

Son imprescindibles si tenemos los dientes separados y el hilo no hace bien su función o nos cuesta manejarlo. Eso sí, debemos hacer un uso prudente y cuidadoso. Nunca hay que forzar el cepillo interdental porque se pueden dañar las encías y producir una herida o sangrado.

Este tipo de cepillos hay que renovarlos cada poco tiempo, antes incluso que un cepillo normal. Especialmente, cuando los filamentos estén ya desgastados y curvados.

No hay que aplicar pasta dentífrica, salvo que su dentista diga lo contrario (hay algunas específicas, pero debe recomendarlas el especialista).

El uso de este cepillo es muy sencillo. Simplemente hay que colocarlo en el comienzo del espacio interdental y hacer un poco de presión para hacerlo entrar. Luego, se mueve hacia dentro del espacio y se vuelve a sacar.

Lo más conveniente, si tienes dudas, es comentarlo con tu dentista. Él te guiará en la técnica y el tamaño del cepillo interdental que más se ajusta a las necesidades de tu boca.

Los niñ@s pequeñ@s pueden dañarse las encías, por lo que se recomienda que, de momento, usen el hilo dental.

Si necesitas más información, visítanos.