Todos sabemos que el estrés es muy nocivo para la salud en general. La ansiedad, los nervios y los momentos de tensiónpueden trasladarse al terreno físico y afectar a diversas partes del cuerpo como los músculos, la piel, el cabello o el estómago. 

También afecta a la salud oral:

-El estrés empeora la higiene bucodental. Quizá no dejamos de cepillarnos, pero sí le dedicamos menos tiempo del necesario. La consecuencia directa es la generación de placa bacteriana, causante de la caries y la inflamación de las encías.

-Abuso de azúcares, alimentos procesados, tabaco y alcohol. Podemos llegar a descuidar también la alimentación, con un mayor consumo, e incluso abuso, de este tipo de productos. Malos hábitos que generarán problemas a futuro.

-Bruxismo. El estrés nos lleva a apretar los dientes y la mandíbula de manera inconsciente, incluso y sobre todo mientras dormimos. Estudios recientes revelan que el 70 por ciento de la población de nuestro país lo padece. No hay que menospreciarlo ya que, si no se coge a tiempo, puede llegar a provocar lesiones permanentes.

-Sequedad bucal y caries. La saliva es la primera defensa que se encuentran las bacterias en la boca. Cuanta menos secreción, mayor es el riesgo de enfermedades. El estrés nos puede generar esta sequedad bucal o xerostomía, lo que aumenta la acidez en la boca y ataca el esmalte dental. De esta manera, puede aparecer la caries, así como otras infecciones.

-El estrés emocional también se relaciona con las enfermedades periodontales. Como hemos dicho, en momentos de tensión y ansiedad, se pueden dar cambios de comportamiento y se puede llegar a descuidar la alimentación, fumar más u olvidar la buena higiene dental. La placa bacteriana aprovecha estos malos hábitos para alojarse en nuestras encías. Además, diversos estudios han comprobado que, cuando el cuerpo se encuentra bajo estrés, se producen cantidades elevadas de una hormona llamada cortisol. Cuando ésta se produce en las encías, estimula la inflamación y, por tanto, puede generar la periodontitis.

-Aftas y herpes labiales. Los herpes son producidos por un virus que habita en los nervios faciales y se reproduce en momentos en los que el organismo tiene menos defensas, como pueden ser los períodos de ansiedad. Las aftas son unas heridas blanquecinas que se forman en las encías y mucosas causadas por virus, bacterias y deficiencias del sistema inmunológico, debilitado por el estrés.

También debemos saber que, si el estrés es crónico y perdura en el tiempo, las consecuencias son mayores e incluso pueden llevar a la pérdida de piezas dentales si no se actúa a tiempo. 

Una visita al odontólogo determinará la causa exacta del problema para poder abordarlo.

En el Centro Odontológico ALAIA estaremos encantados de ayudarte.

La boca es la parte del cuerpo que está más expuesta a las bacterias y la lengua mucho más ya que participa en la masticación y deglución de alimentos y bebidas. Además, su superficie no es lisa ya que presenta una serie de surcos e irregularidades en los que se pueden acumular los restos de alimentos que no se han eliminado correctamente durante el cepillado. Estos residuos no retirados provocan el desarrollo de bacterias y la posterior aparición de la halitosis o mal aliento. 

Por eso, lograr una correcta higiene oral pasa también por limpiar bien la lengua. Esto evitará la acumulación de bacterias y ayudará a prevenir no sólo la halitosis, también la caries y las enfermedades periodontales. 

La falta de higiene bucal cuando se usan prótesis u ortodoncias y el tabaquismo también influyen de forma notable en la aparición de estas patologías. 

Existen dos maneras de asegurar una óptima limpieza lingual:

-la primera de ellas es física, mediante el empleo de limpiadores linguales específicamente diseñados para la lengua. En este caso, se recomienda llevar a cabo el proceso dos veces al día (mañana y noche). Actualmente existen algunos cepillos de dientes que tienen incorporado un limpiador lingual. Sin embargo, queremos subrayar que no es para nada recomendable utilizar para este fin el cepillo tradicional. Las cerdas de este cepillo no ofrecen los mismos beneficios ni resultados que los limpiadores linguales. Están fabricadas exclusivamente para higienizar una superficie dura como los dientes por lo que, en un músculo como la lengua, no logran hacer el mismo trabajo.

-la segunda manera es química, ya que se basa en colutorios que contienen agentes antibacterianos como, por ejemplo, la clorhexidina.

Es aconsejable la combinación de ambos medios para una higiene lingual completa, especialmente en personas con halitosis.Estaremos logrando unos cuidados bucales de sobresaliente si, además, añadimos el uso de irrigadores que podrán acceder a todos los puntos de la boca. 

Una lengua en circunstancia saludables presenta un color rosado, por tanto, si notas una capa de color blanquecino o amarillento cubriendo parte de su dorso, es señal de que tu lengua no está limpia. También puede descubrirnos la existencia de alguna patología por lo que nuestra recomendación es consultarlo con tu odontólogo para que éste pueda dar un diagnóstico fiable. 

Dentro de las enfermedades más comunes de la lengua están la candidiasis oral, la leucoplasia o el liquen plano oral, que normalmente producen cambios de color. 

Realiza una higiene integral de tu boca, no olvides la lengua.

Se trata de un material sintético que, hoy en día, se usa de manera habitual en Odontología para reparar toda clase de piezas dentales que están dañadas, bien a causa de una caries o por golpes y traumatismos. También es habitual su uso en tratamientos puramente estéticos, como pueden ser las carillas.

La historia del composite se inició en los años 50 con el desarrollo de sistemas de resina artificial para el uso en obturaciones. A lo largo de este tiempo, se han mejorado sus propiedades mecánicas y físicas. Con los años se constató que este material podía utilizarse también en el ámbito de la prótesis dental, principalmente para el recubrimiento de las extraíbles. 

Es aquí donde se constatan sus ventajas con respecto a la cerámica: es un material más blando y elástico, con una buena resistencia frente a los cambios térmicos y que reduce considerablemente el peligro de rotura. Además, tiene mayor facilidad de reparación y su composición facilita la adherencia a la superficie de la pieza dental. 

Su color es prácticamente idéntico al de nuestros dientes, por eso, permite un resultado totalmente natural. El composite dental destaca por ser un material biocompatible, fácil de usar y que permite reparar piezas en tan sólo una sesión, ahorrando tiempo a los odontólogos y a los pacientes. 

Sin embargo, todo es mejorable y, con el tiempo y las investigaciones científicas, los materiales odontológicos varían y garantizan aún más la calidad. En estos momentos, se están realizando una serie de estudios en la Universidad Kinki de Japón, orientados a crear esmalte dental artificial. Un esmalte que sería químicamente idéntico al natural. Los resultados están siendo muy prometedores. Este tipo de esmalte supondría un gran avance, ya que permitiría tratar los dientes dañados mejorando los materiales actuales, como el composite.

Pero para que nuevos materiales se patenten y comercialicen todavía quedan muchas pruebas y estudios por hacer.

Mientras tanto, en ALAIA somos muy exigentes y utilizamos siempre las mejores alternativas del mercado: composites de última generación para darte la mejor garantía de calidad. Déjate asesorar por nuestros odontólogos, expertos en estética dental.

Sacaremos el mejor partido a tu sonrisa.

Los profesionales de una clínica dental, tanto odontólogos como higienistas, somos muy conscientes de los buenos hábitos cotidianos que pueden implementar nuestros pacientes para mejorar su salud oral. Sin embargo, a veces cuesta seguir estas costumbres saludables. Hay que pensar que un pequeño esfuerzo genera un gran beneficio, no sólo en nuestra boca, también en el bienestar general.  

En ALAIA, tenemos claro lo importante que son las estrategias de educación y motivación a la hora de llevar a cabo estos comportamientos saludables. Especialmente, en los niños y niñas, a los que hay que educar en una cultura de la salud que impulse sus buenos hábitos de cara también a la edad adulta. 

Y, ¿cuáles son esos buenos hábitos? Toma nota:

-un buen cepillado después de cada comida.

-utilizar seda o cepillo interdental.

-usar enjuague bucal sin alcohol.

-alimentación sana y equilibrada.

-practicar algún deporte. Utilizar, si es necesario, un protector bucal.

-eliminar los azúcares refinados. 

-cambiar el cepillo dental cada tres meses. 

-evitar o moderar el consumo de tabaco, alcohol y café.

-visitar al dentista de forma regular.

Los dientes sanos no sólo dan un buen aspecto a las personas, también permiten hablar y comer apropiadamente. La buena salud bucal es buena salud general y los cuidados preventivos diarios evitarán problemas posteriores.

Nuestros profesionales destacan siempre lo importante que es la comunicación y la confianza entre dentista y paciente. Practicamos la escucha activa y os ayudamos a superar cualquier obstáculo en el camino hacia una sonrisa más sana y bonita. 

En ALAIA, trabajamos mano a mano con nuestr@s pacientes para alcanzar sus objetivos de salud.