Tabaquismo, ¿cómo afecta a la salud oral?

El consumo de tabaco es la causa más común de muerte prevenible en el mundo. Muchas veces, tendemos a pensar que sus efectos sobre la cavidad oral se limitan a simples tinciones de los dientes o a la aparición de halitosis. Sin embargo, podríamos decir que éstas son las consecuencias más leves. El verdadero problema está en lo que no vemos. 

Fumar multiplica por tres las posibilidades de padecer cáncer oral y por siete las de padecer cáncer faríngeo. Es una de las posibles causas del fracaso de los implantes y también predispone a la enfermedad periodontal. En los fumadores se retrasa la cicatrización de las heridas y tienen más posibilidades de sufrir una infección por hongos. Otro dato curioso: según la Asociación Dental Americana (ADA), la acción del tabaco limita la percepción de sabores y olores, especialmente, el salado. Esto hace que los fumadores tiendan a abusar inconscientemente de la sal, lo que puede provocar subidas de tensión arterial. 

Tener una buena higiene bucal puede ayudar a prevenir enfermedades, pero no implica que seamos inmunes a los efectos del tabaco. La cavidad oral es una de las localizaciones donde más claramente se manifiestan los efectos nocivos, lógicamente, ya que constituye el principal canal de entrada del humo, junto con las vías respiratorias.

En cuanto a los conocidos vapeadores o cigarros electrónicos, se han promocionado los últimos años como una alternativa más segura al tabaco convencional y gran parte de la población los considera inocuos. Sin embargo, estudios recientes muestran evidencias de que también tienen consecuencias negativas para la salud bucodental. Los datos científicos aportados apuntan a un posible efecto sobre el aumento de riesgo de cáncer oral y a un claro impacto sobre las enfermedades periodontales. 

Según el Consejo General de Dentistas, es fundamental implementar acciones preventivas y educativas, dirigidas a los jóvenes, que aborden los riesgos asociados al tabaquismo y que fomenten un estilo de vida saludable.

Los dentistas somos facultativos que podemos ofrecer asesoramiento y ayuda a todas aquellas personas que quieran superar esta adicción. De momento, y hasta dejar este hábito nocivo, les recomendaremos aumentar la frecuencia de cepillado, usar un buen colutorio y tener a mano el hilo dental. Y, desde luego, visitarnos con mayor regularidad para hacer un seguimiento más exhaustivo de la salud bucodental. 

La única forma de paliar los efectos negativos del tabaco es dejarlo.