La herencia en salud oral

La herencia genética de nuestra familia no sólo se traduce en el color de los ojos o la estatura, también se manifiesta en la salud bucodental que vayamos a tener. La forma de la cavidad bucal, la disposición y el tamaño de los dientes o ciertas patologías están directamente relacionadas con nuestros progenitores. 

Esta información hereditaria no se puede modificar, porque es parte del material genético de cada persona. En cambio, sí es posible indagar sobre ello con el objetivo de actuar a tiempo, antes de que los problemas de herencia dental den la cara. 

Las características físicas que nos trasmiten los padres pueden determinar: el tamaño y forma de los dientes, la calidad del esmalte, malformaciones en los tejidos y la colocación de las piezas dentarias, labio leporino e, incluso, dientes supernumerarios o la ausencia de éstos. Se hereda lo que se denomina dentinogénesis, es decir, dientes decolorados o translúcidos, por no generarse bien la dentina. La composición de la saliva y el Ph de la boca tienen su origen en los genes y esto, a su vez, influirá en la salud oral.

La enfermedad periodontal también está ligada a factores genéticos. Varios estudios han demostrado que existe una mutación genética que aumenta el riesgo de sufrir esta patología en un 70 por ciento. Aunque otras causas hereditarias, como un organismo bajo de defensas, también pueden colaborar en la aparición de periodontitis. Gracias a los avances científicos, se ha podido demostrar que las formas más severas de enfermedad periodontal solamente se dan en personas que disponen de esa carga genética. Esto nos lleva a destacar la importancia del diagnóstico precoz.

En cuanto a los problemas de apiñamiento dental o malformaciones bucodentales, con una influencia genética directa, cuanto antes comiencen los niñ@s a hacer sus correspondientes visitas al dentista, mayores serán las opciones para detectar y tratar correctamente estos trastornos. 

También hay que señalar que, aunque la predisposición genética de cada individuo juegue un papel importante en la salud oral, no mantener unos hábitos higiénicos y dietéticos saludables puede dar al traste con la herencia recibida, si era satisfactoria, o empeorar el legado, si era frágil. Por ello, acudir al odontólogo resulta vital. Si, además, padres e hij@s comparten consulta, será más sencillo conocer y detectar prematuramente las patologías familiares congénitas. 

Y la mejor herencia será siempre fomentar unos buenos hábitos de higiene dental. Desde la infancia, tenemos a nuestros mayores como el mejor ejemplo a seguir.

Salud y herencia dental, dos términos que van de la mano.