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El blanqueamiento dental es un tratamiento muy demandado debido a la importancia que la sociedad da a la imagen personal. Cada vez nos preocupamos más por tener unos dientes sanos, blancos y perfectamente alineados. 

Una primera opción para tener nuestros dientes más blancos es una limpieza profesional en Clínica. Este tratamiento no blanquea, pero sí elimina la suciedad y las manchas que puedan tener las piezas dentales. Nuestras higienistas emplean equipos de última generación que liberan a tus dientes de todo el sarro acumulado y cristalizado. También se emplean herramientas que pulen los restos dejando el esmalte natural liso y brillante. El proceso es rápido e indoloro y puede ser el paso previo para otros tratamientos. 

El blanqueamiento dental se puede realizar en Clínica, en una sesión en la que se aplica a los dientes un gel a base de peróxido de hidrógeno que reacciona con determinada luz led o láser. Los resultados son inmediatos, aunque el agente blanqueador continúa activo durante 24 horas después de su aplicación. 

También contamos con un blanqueamiento dental con férulas en casa o ambulatorio. Siempre se realizará bajo supervisión del dentista, que explicará la manera correcta de llevarlo a cabo y puede pautar un seguimiento del proceso. 

Es importante recalcar que este tratamiento no es una técnica de por vida, es temporal y en manos del paciente está (gracias a sus cuidados) alargarlo al máximo. Mediante una higiene bucodental disciplinada y un control de los alimentos que consumimos lograremos prolongarlo en el tiempo. 

Otra de las opciones que ofrecemos, con un objetivo puramente estético, son las carillas dentales. Unas láminas muy finas que se adhieren al diente y proporcionan soluciones a problemas como el oscurecimiento dental, la posición de los dientes o su forma. Es un tratamiento cómodo e indoloro que permite al paciente tener una sonrisa perfecta, uniforme y blanca. Es duradero y mínimamente invasivo.

Consúltanos. En el Centro Odontológico ALAIA te informaremos de todo lo que debes saber sobre el blanqueamiento dental. La recomendación más importante es que lo lleves a cabo siempre con el asesoramiento de profesionales. No pongas en riesgo tu salud. 

La gingivitis y la periodontitis, enfermedades relacionadas con la acumulación de placa y sarro, afectan aproximadamente al 19 por ciento de los adultos. Sus principales factores de riesgo son la mala higiene bucodental y el consumo de tabaco. 

La placa bacteriana es la acumulación de bacterias entre los dientes. Se produce como consecuencia de la saliva y los alimentos que ingerimos. No tiene color, es pegajosa y se adhiere a los dientes de forma natural. El riesgo que conlleva es que daña el esmalte y las encías y esto puede generar caries o gingivitis. 

El sarro aparece cuando la placa bacteriana se endurece en las piezas dentales. Su acumulación varía según la persona y la edad. Suele ser de color amarillento y es consecuencia directa de una higiene oral deficiente. 

También pueden influir otros factores. Por ejemplo, si ingerimos mucha cantidad de azúcar, el pH de nuestra saliva se verá alterado y seremos más propensos a crear y acumular placa dental. Por otro lado, hay personas que de manera natural tienen un pH más ácido, por lo que en su boca se crea el clima ideal para el desarrollo de la placa y de otras enfermedades orales.

Para combatir esta patología, hay que seguir una buena rutina de higiene oral. Si no se combate, se convertirá en sarro, que no es otra cosa que la mineralización de la placa. Al haberse calcificado, es bastante duro y, para eliminarlo en su totalidad, se requiere de una limpieza dental profunda realizada por un profesional. No valdrá con una rutina de higiene en casa. 

Como el sarro aparece cerca de las encías, una de las enfermedades más comunes que provoca es la gingivitis, que puede derivar en periodontitis. También conlleva halitosis o mal aliento, caries y posible pérdida de piezas dentales. Este es el último nivel, cuando el sarro lleva años acumulándose en el interior de la boca. 

Para hacer una labor de prevención, hay que seguir una rutina diaria que es muy sencilla, pero debe ser constante: cepillarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y enjuague oral. Igual de importante será evitar el tabaco (las personas que fuman tienen más probabilidades de acumular sarro entre sus dientes) y acudir a nuestra cita periódica al dentista para una correcta revisión. 

Una higiene oral correcta es vital antes y después de que salgan las piezas dentales. 

La eliminación diaria de la placa dental es el principal mecanismo de prevención de caries y enfermedades periodontales a cualquier edad. No sólo debemos preocuparnos de la salud oral de nuestros pequeñ@s. Tan importante como esto es generar en ellos unos hábitos saludables en el día a día. Y más ahora que arranca el nuevo curso escolar y volvemos a la disciplina y a los horarios marcados. 

Cuando todavía no han salido los dientes es importante limpiar las encías regularmente con un paño o gasa humedecida. Cuando sale el primero, podemos comenzar a cepillarlo dos veces al día con un cepillo dental infantil de cerdas suaves. Una buena regla de oro es que la primera visita a su dentista sea antes del primer cumpleaños. Según la Sociedad Española de Odontopediatría, es muy importante controlar la salida y evolución de los dientes de leche, ya que de esto dependerá la dentición definitiva. 

Los niñ@s mayores de dos años comienzan ya un cepillado más autónomo, que debe hacerse con un dentífrico que contenga flúor para prevenir la caries a medida que su dentadura continúa desarrollándose. A esta edad es fundamental motivarles para que entiendan la importancia de mantener una correcta higiene bucal. 

En la siguiente etapa, entre los cinco y los siete años, ya son conscientes de sus acciones y han adquirido la suficiente destreza manual para lavarse bien los dientes. Mantendremos nuestra supervisión sólo para asegurarnos de que cumplen la tarea. La constancia es un factor importante.

El cuidado dental temprano también implica una dieta saludable y equilibrada, limitando el consumo de alimentos azucarados y bebidas gaseosas. Además, es recomendable evitar el uso prolongado del biberón o el chupete.

Otro punto a tener en cuenta son los golpes en la dentadura. Es conveniente acudir al dentista, aunque no se aprecie nada alarmante, ya que si se aplica un tratamiento precoz el riesgo de complicaciones posteriores se minimiza. Los golpes en los dientes de leche pueden afectar directamente a las piezas permanentes en formación: alterando la forma, el color o la dirección de salida. Si el golpe hace que se rompa parte de un diente y se encuentra el fragmento, hay que guardarlo en suero fisiológico, leche o agua y acudir al dentista con rapidez. En la mayoría de los casos el fragmento podría adherirse al diente roto. 

Con las revisiones periódicas en el dentista, iremos ganándonos su confianza y cooperación. En el Centro Odontológico ALAIA sabemos que en las edades tempranas es cuando se sientan las bases de lo que será la futura relación entre paciente y odontólogo. Ponemos mucho cuidado en esta tarea. Y recuerda que la persona que mejor puede asesorarte sobre la salud oral de tus hij@s es su dentista. Consúltanos todas tus dudas. 

A pesar del cambio de rutina que conlleva la época estival, no hay que descuidar aspectos tan fundamentales como una buena higiene oral y una alimentación saludable. 

En la boca conviven millones de bacterias, sin que esto sea sinónimo de enfermedad. En condiciones normales, predominan las “bacterias amigas”, que mantienen bajo control al resto. Cuando ocurren determinadas circunstancias, como por ejemplo el aumento de la temperatura y la deshidratación, este equilibrio se altera y aumentan las bacterias patógenas, responsables de la caries, la enfermedad periodontal y la halitosis. Esto puede ocurrir en verano si descuidamos nuestra salud bucodental.

Por eso, es importante tener una buena higiene oral, al menos dos veces al día y mantenerse hidratado. Si no es posible cepillarse los dientes, la mejor opción es masticar chicle sin azúcar con xilitol, ya que produce saliva y ayuda a la limpieza.

Durante las vacaciones también suelen producirse cambios dietéticos y es más común el picoteo entre horas y consumir alimentos y bebidas azucaradas con mayor frecuencia. Esto puede generar un aumento de la sensibilidad dental. Hay que contrarrestarlo optando por alternativas más saludables como frutas frescas, verduras y agua. También hay que evitar un consumo excesivo de alcohol, que deshidrata y daña los dientes y encías.

Otra de las recomendaciones para mantener nuestra sonrisa intacta en verano es usar protector bucal durante las actividades al aire libre. Los traumatismos dentales aumentan considerablemente durante esta época del año, debido a la mayor práctica de deportes y juegos. En caso de fractura dental, hay que conservar el diente en suero salino, agua o leche y acudir inmediatamente a un dentista para poder llevar a cabo el tratamiento más adecuado. 

Y tenemos que seguir protegiéndonos del sol. Se deben aplicar cremas y labiales con factor de protección solar y evitar la exposición excesiva. También hay que tener cuidado con el cloro, ya que altera el pH de la boca, favoreciendo la desmineralización de los dientes. Hay colutorios específicos que nos pueden ayudar. Otro consejo importante es no descuidar los tratamientos: si se utiliza ortodoncia o férulas de descarga para el bruxismo, se deben seguir usando las horas que haya aconsejado el especialista. 

El Consejo General de Dentistas recomienda pedir cita con nuestro odontólogo al volver de las vacaciones. Será un buen momento para realizar una revisión rutinaria y comprobar la salud de nuestra sonrisa. 

La sonrisa es la expresión facial más básica y, seguramente, una de las que más comunican. En las relaciones entre personas, fomenta una interacción relajada y agradable. Sobre todo, si lo que vemos es una sonrisa sana y bonita.

Hoy en día, las nuevas técnicas digitales nos permiten diseñar nuestra sonrisa antes de comenzar el tratamiento. Junto con nuestro odontólogo, podemos evaluar las mejoras a realizar en la posición, el color, el tamaño o la forma de los dientes y encías. El diseño digital de la sonrisa es una de las herramientas de comunicación más valiosas de cara a nuestr@s pacientes, ya que nos permite profundizar en las expectativas y deseos antes de iniciar cualquier procedimiento. Lograremos así un rostro simétrico y armónico.

En el Centro Odontológico ALAIA, podemos recrear en 3D todas las figuras anatómicas de tu boca. Por un lado, contamos con el escáner intraoral ITERO, tecnología de alta precisión que ofrece una mejor experiencia al paciente. Simulamos los resultados en tiempo real, se planifican mejor las citas en el tratamiento y el control del equipo clínico es mucho más exhaustivo y preciso. Además, es un procedimiento más limpio y ecológico, en total armonía con nuestra política de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. 

Otro de nuestros grandes aliados a la hora de diseñar una sonrisa es el Ortopantomógrafo. Con la radiografía panorámica dental el diagnóstico es mucho más seguro y fiable ya que se obtiene una impresión tridimensional de las estructuras faciales en una imagen única. Este estudio de la boca resulta fácil y cómodo para el paciente ya que es rápido, indoloro, no invasivo y el nivel de radiación que recibe es mínimo. 

Una vez acordadas las modificaciones estéticas, iniciaremos el plan de tratamiento que, dependiendo del caso clínico, puede desarrollarse mediante una intervención sencilla o través de la actuación coordinada de otros profesionales de diferentes especialidades, como la ortodoncia o la periodoncia. Según el caso de cada paciente, puede ser necesario recurrir a las carillas dentales, la realización de un implante, un blanqueamiento o una reconstrucción.

Con el diseño de la sonrisa, no sólo mejoran los parámetros estéticos faciales sino también la salud del paciente. 

Usa tu sonrisa para cambiar el mundo.