Los dientes de leche o primarios son aquellos que permanecen por un tiempo limitado en la boca, hasta que son reemplazados por los definitivos o permanentes. Esto ocurre, aproximadamente, entre los 7 y los 12 años. Constituyen un total de 20 piezas dentales, diez en la arcada superior o maxilar y diez en la arcada inferior o mandibular.
A pesar de su temporalidad, son susceptibles de padecer caries, infecciones y problemas de encía. Por eso, debemos prestarles la debida atención. Desatender su cuidado e higiene implica muchos riesgos para la salud bucodental de l@s más pequeñ@s. Y aquí sí, es imprescindible que los padres se involucren desde que nace el bebé. Hay que promover una buena rutina de limpieza oral diaria, bajo la supervisión de un adulto.
El niñ@ no deberá hacer uso de la pasta de dientes hasta que sea capaz de mantenerla en boca sin tragársela, aproximadamente a los 3 años de edad. Hay que utilizar productos específicos para uso infantil, tanto cepillo como dentífrico.
El cuidado de los dientes de leche es importante por los siguientes motivos:
-Guardan el espacio que ocuparán los dientes definitivos.
-Facilitan la trituración de los alimentos.
-Juegan un papel fundamental en el habla y el desarrollo del lenguaje.
-Facilitan la formación de los dientes permanentes.
-Favorecen la correcta formación de las estructuras maxilares.
-Su cuidado disminuye la aparición de problemas de oclusión y mordida.
-Su cuidado ayuda a los niñ@s a adquirir hábitos de higiene bucodental que mantendrán a lo largo de su vida y, por lo tanto, tendrán una dentadura más sana en la edad adulta.
En cuanto a la primera visita al odontólogo, los especialistas recomiendan que se realice durante el primer año de vida, ya que la caries y los problemas de oclusión pueden desarrollarse a edades tempranas. Además, así será más fácil que los padres tomen medidas preventivas y aprendan a cuidar los dientes de leche de sus hij@s.
Para ello, será importante también evitar alimentos con exceso de azúcares, beber agua para estar hidratados y seguir una dieta sana y equilibrada.
Los dientes de leche, pequeños pero importantes.