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La medicina regenerativa tiene como objetivo utilizar los propios recursos de nuestro organismo para regenerar tejidos y recuperar funciones dañadas. 

De esta premisa parte el tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento que se ha utilizado, no sólo en Odontología, sino también en especialidades como la Traumatología, Dermatología, Oftalmología o Medicina Estética, entre otras. A través de esta técnica, es posible aislar, concentrar y extraer de la sangre proteínas que desempeñan una función esencial en los procesos de reparación de los tejidos. Es decir, ayudan al cuerpo a curarse por sí mismo. Estas proteínas son los factores de crecimiento. Unatecnología que ha supuesto una revolución en el campo de la Odontología, ya que permite ofrecer soluciones mínimamente invasivas, personalizadas y seguras. 

Es un tratamiento fundamental en Implantología Oral ya que supone una reparación natural de los tejidos dañados. Se estimula el proceso de cicatrización y se acelera la integración del implante en el hueso. Además, disminuye la inflamación y el dolor. 

Los implantes humectados con plasma rico en factores de crecimiento tienen una estabilidad más alta, se reduce el riesgo de complicaciones postquirúrgicas y también se reducen las molestias. A veces, incluso puede utilizarse para generar nuevo hueso en casos complejos. 

Las aplicaciones terapéuticas más comunes son: las extracciones dentales, los procesos implantológicos, pacientes con pérdida de hueso y tratamientos de defectos periodontales. 

El Centro Odontológico Alaia te ofrece esta posibilidad gracias a sus profesionales cualificados, con una amplia experiencia. Contamos con el equipamiento y la formación específica para la aplicación de esta tecnología.

Investigación y vanguardia en los tratamientos dentales.

Hasta los seis años, la tarea del cepillado debe estar bajo la supervisión de un adulto. También dependerá de su grado de autonomía. De esta manera, confirmaremos que se hace de forma correcta. 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de un 60 por ciento de los escolares tiene caries, una de las enfermedades más frecuentes entre la población infantil. Por ello, se les considera uno de los grupos de mayor riesgo. Las visitas al dentista deben comenzar cuando haya cumplido los dos años o si ya tiene todos los dientes temporales. De esta manera, se podrá controlar el crecimiento y desarrollo de sus piezas dentales y el odontólogo podrá darle los primeros consejos a seguir. 

El cepillado infantil, al igual que el adulto, no debe durar menos de dos minutos, para eliminar toda la placa bacteriana. La higiene oral más importante es la de la noche, ya que evita que el esmalte de los dientes se deteriore por la acumulación de placa. Además, durante las horas de sueño, hay un cambio de Ph en la saliva que favorece la actividad bacteriana y, con ello, la aparición de caries.Es también importante asegurarnos de que limpian todas las caras o superficies del diente y no se olvidan de la lengua. 

Se debe utilizar una pasta dentífrica y enjuague específicos para ell@s. Estos productos contienen las dosis adecuadas de flúor para su edad y no perjudican su salud. En cuanto al cepillo infantil, debe tener un cabezal pequeño, con filamentos suaves y de punta redondeada. Es importante renovarlo cada tres o cuatro meses y, sobre todo, después de pasar por una gripe o resfriado. Los cepillos eléctricos, homologados y diseñados para los más pequeñ@s son también una buena opción, especialmente cuando comienza la erupción de las piezas permanentes. A partir de los 12 años, con todos los dientes definitivos en la boca y con una cavidad oral de un tamaño similar a la del adulto, podrá empezar a utilizar cepillos como los nuestros. El uso de colutorios debe retrasarse hasta los 5 años o, realmente, cuando sepa escupir y sea capaz de utilizarlos sin deglutir el contenido.

En cuanto a la alimentación, debe ser sana y equilibrada. No es necesario eliminar los dulces de la dieta del niñ@, pero sí limitar su consumo e indicarle que debe cepillarse los dientes después de ingerirlos.  

La labor educativa de los padres es esencial en el cuidado de la salud. Además, hay que servir de ejemplo y motivación, manteniendo una correcta y diaria higiene oral. Al acostumbrarles a una limpieza suave y a pasar el hilo dental, se creará un hábito o patrón de cuidados que los acompañará el resto de sus vidas. 

El resultado de estos cuidados será una maravillosa y tierna sonrisa.

Se trata de una afección crónica inflamatoria que afecta directamente a las mucosas orales, es decir, lengua, interior de la mejilla, paladar y suelo de la boca. Esta patología no es infecciosa y tampoco contagia, pero sí es molesta. Al tratarse de una enfermedad crónica, el paciente puede sufrir brotes de reactivación.

Se presenta como manchas rojas y abultadas, manchas blancas, inflamación de las encías o llagas. En cuanto a las molestias, podemos notar ardor, sensibilidad a ciertos alimentos calientes o picantes, irritación y sangrado durante el cepillado o problemas en la deglución o incluso el habla. 

Para hacer un diagnóstico seguro, el dentista realizará una inspección visual de la cavidad oral. En muchas ocasiones, con ese examen previo ya se puede hablar de liquen plano oral, pero si hay dudas, el especialista planteará realizar una biopsia. Se trata de un procedimiento que extrae una muestra de tejido para examinarlo en un laboratorio especializado en anatomía patológica.

Lo cierto es que se desconoce la causa exacta de esta enfermedad. Algunos expertos creen que debe su origen a un desorden inmunológico de tipo genético. El sistema inmunitario atacaría las células de la mucosa oral, pero no se sabe el porqué. Lo que sí está probado es que las mujeres presentan una mayor prevalencia de esta enfermedad. Otros estudiosos hablan de diversos desencadenantes como alteraciones del sistema nervioso, alergias o deficiencia de nutrientes. Lo que está claro es que hacen falta más estudios que aporten información científica.

Hay algunos factores de riesgo como el tabaquismo o el alcohol, una alimentación con mucho azúcar o excesivamente ácida, algunos medicamentos o padecer enfermedades sistémicas, como la diabetes. Los síntomas también pueden agravarse con el estrés del día a día. En cuanto al tratamiento, no existe uno que logre eliminarlo de manera definitiva ya que, como hemos citado, se trata de una patología crónica. Hay medicación para los síntomas más graves que logran aliviar el dolor o reducir la inflamación. 

Es importante acudir al especialista ante cualquier mancha en la boca. Estas lesiones pueden ir aumentando de tamaño y, en algunos casos, podrían derivar en un carcinoma escamoso o cáncer en la cavidad oral. Aunque es un riesgo bajo, conviene realizar un seguimiento para mayor tranquilidad. 

Actúa a tiempo para no condicionar tu día a día.

La osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente, asociada con el envejecimiento. Hasta 75 millones de personas la padecen en Europa, Estados Unidos y Japón, según datos de la Sociedad Española de Reumatología. 

Las mujeres posmenopáusicas son el colectivo poblacional más afectado por esta patología, con una prevalencia en este grupo de hasta un 25 por ciento. Esta enfermedad se caracteriza por una disminución de la densidad ósea, que produce deterioro del tejido y aumento de la fragilidad del hueso. 

A nivel oral, los pacientes con osteoporosis deben mantener una rigurosa higiene dental, con un dentífrico fluorado, y llevar a cabo las visitas periódicas al dentista. Esto les ayudará a mantener un buen estado de salud y será una manera de prevenir enfermedades bucodentales que puedan requerir cirugía o tratamientos complejos. 

La alimentación y el deporte son claves también en el paciente con osteoporosis. La primera debe estar basada en vegetales y hay que reducir el consumo de carnes procesadas y bebidas azucaradas. En cuanto a la práctica deportiva, hay que evitar el sedentarismo y optar por una actividad adecuada y sin riesgo. Es muy importante también evitar el tabaco y el exceso de alcohol. 

La pérdida de masa ósea en la boca es señal inequívoca de que el proceso se puede estar reproduciendo en otras partes del cuerpo. En el Centro Odontológico ALAIA somos capaces de comprobar esta situación con una prueba diagnóstica: las radiografías panorámicas u ortopantomografías. Gracias a este innovador equipamiento, podremos obtener una visión completa de los maxilares, las articulaciones mandibulares y la dentadura. Si hay debilidad ósea, apreciaremos las señales que lo demuestran y podremos aconsejar a nuestro paciente. Esa reducción de la masa del hueso maxilar afectará al equilibrio que existe en la boca. 

Hay otros signos que pueden alertar sobre la posibilidad de padecer osteoporosis: mayor progresión de la enfermedad periodontal, pérdida prematura de dientes, dolor bucal, ardor, sequedad en las mucosas o alteraciones en la percepción del gusto. Por otro lado, esta patología dificulta la integración de implantes dentales o el uso de dentaduras postizas, con los consecuentes efectos negativos en la calidad de vida de los pacientes. 

También sería importante concertar una entrevista con el odontólogo cuando otro especialista diagnostica la enfermedad y antes de comenzar el tratamiento. Algunos fármacos pueden provocar, como efecto adverso, una osteonecrosis de los maxilares. Esto supone una curación lenta de las exodoncias o de otras cirugías orales, así como de una infección e inflamación de los tejidos blandos. Aunque la incidencia es baja, su manejo es muy complejo.

No dudes en consultarnos. Tu sonrisa te lo agradecerá.