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El lupus es una enfermedad autoinmune, de causa desconocida, que puede originar inflamación y dolor en cualquier parte del cuerpo. Aunque es más frecuente que afecte a la piel, las articulaciones o algunos órganos internos, también puede tener un efecto negativo en los tejidos blandos de la boca. 

En las personas que lo padecen, el sistema inmunológico, que está diseñado para combatir cualquier tipo de virus, ataca por error los tejidos y órganos sanos. Aparece por momentos, los denominados brotes, y el número de episodios y la gravedad de éstos depende de cada persona. Los medicamentos para el lupus pueden causar efectos secundarios, como la sequedad bucal. Es algo incómodo ya que provoca una sensación de ardor en la boca y la garganta. Lapiel de los labios se puede agrietar y descamar. Para aliviar esto hay que tomar agua y evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco.

Aunque existen distintos tratamientos para ayudar a aquellas personas que padecen lupus, es importante tener en cuenta que no hay una cura para esta enfermedad. Al diagnosticarse un caso, se establece un seguimiento por parte de distintos profesionales con el objetivo principal de lograr que el paciente pueda sobrellevar de la mejor manera los síntomas y tenga calidad de vida.

En lo referente a la salud bucodental, lo prioritario será frenar las infecciones, evitando en lo posible que se pueda dañar de manera permanente la mucosa oral. La inflamación del lupus puede causar enfermedad de las encías. Éstas aparecen rojas, hinchadas o sensibles y también puede haber sangrado. Incluso, dientes flojos o dolor al masticar. Son personas más propensas a tener mal aliento o halitosis, caries dental, candidiasis oral y pequeñas úlceras en lengua, labios y paladar. 

Son pacientes que deben prestar una especial atención a su higiene bucal. Se recomienda un cepillado delicado pero profundo y la elección de pastas de dientes y colutorios que garanticen la hidratación de la boca y no contengan sustancias irritantes. 

El cuidado diario, junto con las visitas regulares al dentista, puede ayudar a mantener la boca sana y controlar los brotes orales. La recomendación es visitar al odontólogo al menos cada 6 meses, aunque si hay enfermedad de las encías, es posible que se necesiten citas con mayor frecuencia. 

Los expertos alertan de que entre el 10 y el 20 por ciento de los niñ@s sufre bruxismo del sueño. Su abordaje es multidisciplinar, ya que puede ser consecuencia de diversos factores: estrés, ansiedad, problemas respiratorios, reflujo gastroesofágico genética.

El bruxismo es una de las principales afecciones derivadas del trastorno del sueño y está relacionado con la estructura maxilofacial, al apretar y rechinar los dientes de manera involuntaria. 

Según los expertos, es una afección cada vez más frecuente en la etapa infantil. Interrumpe el sueño, genera somnolencia diurna, irritabilidad y problemas de concentración en la escuela. Un sueño alterado impacta en el neurodesarrollo ya que durante la noche se incorporan los conocimientos del día y se producen ciertas conexiones neuronales que favorecen el aprendizaje. 

Además, los trastornos respiratorios durante el sueño, generan una oxigenación pobre que cursa con ronquidos y apneas. En la etapa de crecimiento, el bruxismo nocturno genera un estrechamiento de los maxilares y una mala posición de la lengua que deriva en una alta incidencia de maloclusiones. Conlleva desgaste y erosión dental. 

El tratamiento del bruxismo nocturno requiere eliminar la obstrucción de la vía aérea, si la hubiera, para reducir los síntomas. Si es el caso, también la reducción del estrés o la ansiedad, fomentando un ambiente relajado en el hogar y enseñando al niñ@ ciertas técnicas de manejo de las emociones. Hay que establecer una rutina de sueño y evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. 

Una de las opciones es el uso de una férula de descarga o protector dental. De esta forma, se reduce el roce entre los dientes y disminuyen los dolores y las molestias.

Para saber si hay bruxismo nocturno hay que fijarse en señales como:

-el síntoma más característico es el rechinar involuntario de los dientes.

-puede existir el dolor dental y en la mandíbula.

-dolor de cabeza.

-leve inflamación de las encías.

-desgaste en las piezas dentales, rotura o fisuras de las mismas.

-cansancio constante, ya que muchas veces el bruxismo no le permite dormir de forma profunda o correcta. 

Las visitas al dentista son cruciales para identificar y tratar problemas dentales que podrían contribuir a padecer esta patología.Es un problema común pero que puede tener serias consecuencias si no se aborda adecuadamente. Identificar las causas, aplicar tratamientos efectivos y tomar medidas preventivas son pasos cruciales para proteger la salud dental y general de los más pequeñ@s.

La intolerancia a la lactosa es una condición en la que el cuerpo no produce suficiente cantidad de una enzima llamada lactasa, necesaria para descomponer el azúcar de la leche. Esta afección se asocia, principalmente, a problemas gastrointestinales, pero también puede tener un impacto silencioso en la salud bucodental. 

La leche y sus derivados han sido tradicionalmente una fuente importante de calcio. Este mineral es esencial para la formación, desarrollo y mantenimiento de unos dientes fuertes y saludables. Las personas con intolerancia a la lactosa suelen evitar el consumo de productos lácteos y esto conlleva un déficit de calcio que puede traer consecuencias negativas para su salud dental. Estos son algunos de los problemas orales asociados a este tipo de intolerancia:

-debilidad dental.

-mayor riesgo de caries.

-dientes amarillentos.

A veces, es la propia boca la que da señales de una posible intolerancia a la lactosa: aparecen aftas bucales o se presenta una sensación de ardor.

El calcio desempeña un papel crucial en la salud dental a lo largo de todas las etapas de la vida. Este mineral es fundamental durante la gestación (periodo en el que se forman los dientes de leche) y también es vital para el desarrollo de los dientes permanentes. A partir de los 60 años, una ingesta adecuada de calcio es esencial para prevenir la osteoporosis y mantener la salud general. El calcio ayuda en la prevención de la caries, es necesario para una buena salud de las encías y reduce el riesgo de pérdida dental. 

Si padeces intolerancia a la lactosa es aconsejable que consultes a un profesional de la salud para abordar adecuadamente tus necesidades de calcio y mantener tus dientes sanos. Hay alimentos alternativos como el tofu, las sardinas, el salmón, las gambas, las espinacas o las almendras. También hay productos lácteos sin lactosa. Además, hay que asegurar un buen nivel de vitamina Dpara ayudar a la absorción del calcio. Todo esto es especialmente importante durante la etapa de crecimiento, ya que juega un papel fundamental en el desarrollo del organismo, los huesos y la dentadura de l@s niñ@s. 

La intolerancia a la lactosa no tiene por qué interponerse en el camino hacia una sonrisa bonita y saludable. Con las medidas adecuadas, puedes mantener tu salud oral en óptimas condiciones. 

Tu sonrisa merece el mejor cuidado.

El cuidado de la salud bucodental es una faceta esencial en la vida. Sin embargo, en ciertos grupos de población hay que prestar una mayor atención si cabe, como es el caso de los pacientes con síndrome de Down, debido a las peculiaridades anatómicas y fisiológicas que presentan. 

Est@s pacientes están más predispuestos a tener varias características orales: 

-Lengua grande o macroglosia: lo que puede dificultar el habla y elevar el riesgo de aparición de problemas de deglución. 

-Respiración bucal: el hecho de respirar por la boca durante largos periodos de tiempo puede llegar a provocar una mayor sequedad de las mucosas bucales. Esto conlleva la deshidratación en el tejido gingival y la posible inflamación de la encía. 

-Dientes mal alineados.

-Micrognatia: hace referencia a una mandíbula más pequeña de lo habitual.

-Erupción dental tardía.

-Disminución de la producción de saliva: lo que hace que seanespecialmente susceptibles a la caries. 

-Paladar hendido o fisura palatina: que afectan a la claridad del habla.

-Son más propens@s a tener los labios secos y al bruxismo. 

Es importante señalar que no todas las personas síndrome de Down tienden a experimentar todas estas malformaciones orales y que la gravedad de éstas puede variar. Un cuidado dental temprano y una intervención a tiempo pueden ayudar a mitigar gran cantidad de estos problemas. 

Estos pacientes suelen presentar retrasos en el desarrollo motor, lo que afecta a su capacidad para cepillarse los dientes, masticar los alimentos y realizar otras funciones orales. Para que se ejecute correctamente la higiene bucodental será importante fomentar y enseñar un buen hábito desde una edad temprana y siempre proporcionando asistencia cuando se vea la necesidad. Esto puede implicar el uso de cepillos eléctricos o adaptadores especiales para aquellas personas con destreza limitada en las manos. Asimismo,deben recibir atención dental regular con el fin de prevenir problemas orales como la caries dental y la enfermedad periodontal. 

Los profesionales de la salud de ALAIA, tanto odontólogos como higienistas, trabajamos en equipo para garantizar un buen protocolo de actuación, adaptado a las necesidades individuales de estos pacientes. 

La restauración dental recupera la forma y función de las piezas dentales dañadas o alteradas. Su objetivo es preservar, en la medida de lo posible, tus dientes y muelas naturales, recuperando la estética general de la sonrisa. 

En otras palabras, se trata de respetar la estructura natural de cada boca y utilizarla como guía para la restauración.

Puedes beneficiarte de este concepto de la odontología si:

-aparece una caries.

-tenemos una fractura dental, por muy mínima que sea.

-nuestro problema es la erosión dental, es decir, la pérdida de esmalte.

-hay pérdida de encía o hueso que debe sostener el diente.

Las obturaciones dentales, denominadas empastes, son la opción más utilizada en la odontología restauradora. Se reparan piezas con caries, tras la limpieza y eliminación del tejido afectado. Si el empaste es muy grande hablamos de reconstrucción dental. 

Cuando el tejido interior del diente o pulpa dental está dañado irreversiblemente, requiere de una endodoncia dental. Consiste en extraer la pulpa dental inflamada, limpiar los conductos radiculares y sellar el diente para salvar la pieza. La Odontología restauradora incluye también la colocación de coronas dentales, las incrustaciones o piezas rígidas que tapan un hueco o grieta o las carillas.

Actualmente, la ciencia ha avanzado mucho en el estudio de los materiales odontológicos y disponemos de opciones biocompatibles que logran un resultado mucho más natural, casi imperceptible y más saludable y duradero.

También podríamos citar la restauración con implantes dentales. Es la técnica realizada en aquellos pacientes que han perdido una o varias de sus piezas. El objetivo es sustituir esta ausencia mediante la colocación del implante. En ocasiones, se podrá colocar un puente o una prótesis removible. 

Con este enfoque de la Odontología, recuperamos la funcionalidad dental, mejoramos la apariencia estética y logramos prevenir complicaciones futuras. Es una opción inmejorable para dientes oscurecidos, pigmentados o decolorados, dientes con defectos en el esmalte o desgastados por la masticación o el bruxismo. También es una opción válida para ocultar una posible separación entre piezas. 

Una sonrisa bonita es mucho más que unos dientes alineados, detrás de ella hay una boca con una funcionalidad perfecta. Recuperarla es tarea de la Odontología restauradora y en el Centro Odontológico ALAIA apostamos por ello. 

La limpieza de la cavidad oral es un pilar fundamental en la prevención de las dos principales patologías bucodentales: la caries y la enfermedad periodontal. Sin embargo, como apunta el Consejo de Dentistas, un 6 por ciento de la población no se cepilla los dientes a diario.

Hay cifras más alarmantes: un preocupante 20 por ciento sólo lo hace una vez al día. Estos datos demuestran que todavía hay mucho que hacer para concienciar a la sociedad sobre los hábitos higiénicos. Son un claro indicativo de la necesidad de reforzar la educación y la cultura de la salud. 

El biofilm oral, una amplia variedad de organismos que conviven en la boca, está claramente reconocido como un factor causal de muchas enfermedades infecciosas orales. La remoción periódica y constante de este biofilm es la mejor prevención existente en la actualidad. Se realiza mediante cepillo eléctrico o manual, seda dental, irrigador y raspador lingual. El control se completa con sustancias químicas, sobre todo el flúor y, en determinados casos, con agentes antisépticos. 

El cepillado es, sin lugar a dudas, el método más importante. Mediante ese barrido se logra romper la estructura de la placa bacteriana, impidiendo periódicamente que las bacterias orales crezcan y el biofilm se vaya consolidando. 

Para completar la higiene que nos proporciona el cepillado, es importante acceder en profundidad a las bacterias que se acumulan entre un diente y otro. Para realizar esa limpieza se puede utilizar seda dental o cepillos interdentales. Si queremos una higiene oral de matrícula de honor tendremos que añadir el irrigador para zonas complicadas y el raspador lingual. 

En cuanto a las pastas dentífricas, el mercado nos proporciona una gran variedad de tipos. Evidentemente, todas sirven para cepillarse los dientes, pero algunas tienen indicaciones mas específicas y concretas. No es lo mismo tener una boca sana que sufrir de gingivitis o presentar sensibilidad. Para la prevención de la caries es imprescindible usar un dentífrico fluorado. Ayuda a remineralizar el esmalte y combatir la placa. Hay estudios que han demostrado que el flúor de las pastas dentales llega a prevenir hasta el 30 por ciento de las lesiones de caries. Para obtener los mejores resultados, se recomienda no enjuagarse por la noche, sino solo escupir la pasta. 

Finalmente, los enjuagues bucales, técnicamente llamados colutorios, son una herramienta complementaria pero no esencial. Nunca sustituyen al cepillado. Tienen muchos beneficios, pero deben ser utilizados bajo prescripción del dentista. 

Las altas tasas de estrés diario y ansiedad con las que nos hemos acostumbrado a convivir, inciden directamente sobre una patología oral que está íntimamente ligada a ello: el bruxismo.

Es una acción, nocturna o diurna, que lleva al paciente a apretar o rechinar los dientes de manera inconsciente, produciéndose con el tiempo un desgaste dental importante, con consecuencias notorias para la salud oral. 

Hay una serie de señales (no tienen que darse todas a la vez) que nos pueden hacer sospechar:

-Dolores de cabeza frecuentes que no sabes explicar.

-Dolores cervicales.

-Ruidos o chasquidos en la mandíbula al abrir o cerrar la boca.

-No puedes abrir o cerrar completamente la boca o te duele al hacerlo.

-Dientes rotos o fracturados sin haber sufrido ninguna caída.

-Sensibilidad dental cuando tomas cosas frías o calientes. 

-Movilidad dental.

-Tienes molestias al bostezar.

-Notas dañado el esmalte dental.

-No descansas correctamente y notas el sueño alterado. 

Son señales que nos pueden ayudar a una detección temprana, clave para tratar el bruxismo con éxito. Los tratamientos se centran en reducir el dolor asociado y prevenir el desgaste dental. Las férulas de descarga o protectores son una excelente solución para evitar tener que llegar a soluciones mucho más invasivas, como las intervenciones quirúrgicas. Algo muy importante también será aprender a manejar la ansiedad y altos niveles de estrés con técnicas apropiadas para ello como la práctica regular de deporte o la introducción de actividades relajantes, como podría ser la meditación o el yoga.

El bruxismo también puede estar originado por una mala alineación de los dientes, trastornos respiratorios y malas posturas. Y, por último, es importante tener en cuenta que esta patología no afecta sólo a los adultos. También puede aparecer durante la infancia, incluso cuando los pacientes todavía tienen los dientes temporales o de leche.

Pide cita con tu dentista de confianza para atajar este problema a tiempo. 

El labio leporino es un defecto congénito que afecta a uno de cada 700 niñ@s en el mundo y se produce cuando el tejido que forma los labios no se une completamente antes del nacimiento, lo que ocasiona una abertura en el labio superior. En muchos casos, va asociado a la hendidura del paladar. 

Estas patologías afectan significativamente a los dientes de l@s pequeñ@s, especialmente al tamaño, la posición y la forma. El labio leporino se puede corregir con una cirugía a los pocos meses de edad y la cicatriz se borra a medida que el niño crece.

El caso del paladar hendido es algo más complicado. También se soluciona mediante una cirugía, pero ésta se tiene que realizar como mínimo a partir del primer o segundo año de vida. Si la afección es muy severa, dicha operación se pospone hasta los 5 o 6 años, para evitar problemas estructurales en el maxilar. 

Cuando el cirujano haya corregido la patología, es el momento de comenzar a trabajar con la ortodoncia interceptiva. El ortodoncista estudia las estructuras orales, con el fin de guiar la erupción dental con éxito. En la etapa de desarrollo infantil es más fácil generar esos cambios. El objetivo es que la dentición definitiva ocupe su lugar adecuado.  

Es muy importante programar una visita al dentista lo antes posible para que el especialista evalúe la situación dental y siga su progreso desde el principio. Los niñ@s con estos defectos congénitos son más propensos a tener caries debido a la dificultad de llevar una higiene dental correcta por la malposición de los dientes. También tienen un esmalte más débil y una saliva más densa, lo que les hace vulnerables frente a las bacterias que se acumulan en la boca.

Estos pacientes suelen tener ciertas complicaciones a la hora de hablar, masticar y deglutir. De ahí, que sea tan importante solucionar la anomalía cuanto antes. Durante la lactancia es cuando mayores inconvenientes se dan, debido a la complicación para ejercer la succión necesaria durante la alimentación. Su limpieza oral debe ser mucho más minuciosa y deben seguir una dieta que les aporte una gran cantidad de nutrientes. Las visitas al dentista tendrán que ser más frecuentes.

En este momento, con los avances tecnológicos y la aparatología de la que se dispone es posible que quienes padezcan estas deformaciones tengan una vida completamente normal. Además, gracias a las potentes ecografías actuales se pueden diagnosticar durante la gestación, facilitando muchísimo la planificación de los distintos tratamientos correctivos. 

Hasta la fecha, se desconocen las causas que se esconden detrás de estas anomalías congénitas. Existen algunos estudios que subrayan el tabaco y la diabetes como posibles factores de riesgo. 

Se trata de un desinfectante oral con propiedades antisépticas, que destaca como agente bactericida y fungicida y es ampliamente utilizado en Odontología para prevenir infecciones y preservar la salud bucodental de l@s pacientes. 

La clorhexidina aparece en la lista de medicamentos catalogados como esenciales por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Disminuye la cantidad de bacterias en la boca, ayudando a reducir la hinchazón y el enrojecimiento de las encías (gingivitis). Se aplica por vía tópica, por eso, suele encontrarse en colutorios, geles y pastas dentales, aunque también puede administrarse en spray o jabón. 

Se utiliza en tratamientos de cirugía general y de Odontología en particular, como la endodoncia o el tratamiento de la periodontitis. Los dentistas también utilizan esta sustancia en cirugías, extracciones o tras colocar un implante, ya que ayuda a que el riesgo de infección sea menor. 

En situaciones donde se presentan lesiones en la mucosa oral, como aftas o heridas, un enjuague bucal con clorhexidina tiene un papel muy beneficioso. Proporciona desinfección localizada, favoreciendo la cicatrización y regeneración del tejido afectado. 

Lo más importante a la hora de usar la clorhexidina es que debe ser prescrita por un odontólogo y hay que respetar la dosis y el tiempo de uso que éste establezca. Normalmente, hay que realizar un enjuague durante al menos 30 segundos y dos veces al día, después de cepillarse los dientes. El tratamiento durará alrededor de 15 días seguidos, para prevenir la aparición de tinciones en la dentadura (un posible efecto adverso de esta sustancia si no se utiliza bien). Si, aún y todo, aparece alguna mancha, tiene solución con una limpieza profesional en Clínica. A veces, también afecta al sentido del gusto. 

Debemos aplicar la clorhexidina directamente en la cavidad oral y sin rebajarla con agua, ya que los colutorios vienen preparados con las proporciones adecuadas para ser efectivos. Es muy importante no tragar esta sustancia, por eso, está contraindicado en niñ@smenores de 6 años. Después de la aplicación, se recomienda esperar al menos una hora antes de consumir alimentos o bebidas. El efecto antiséptico perdura alrededor de diez horas, ofreciendo una protección continua durante ese período. 

Pero recuerda: nunca debe utilizarse sin control profesional.

Una sonrisa sana y bonita no solo ilumina el rostro, sino que también es reflejo de una buena salud bucodental. La pérdida de un diente puede afectar a la estética, pero también a la funcionalidad de la boca. Por eso, es importante reemplazar las piezas. 

Para solucionar esta situación, la mejor opción es la implantología oral. Los implantes dentales son estructuras de titanio que se insertan quirúrgicamente en el hueso de los maxilares, actuando como raíces artificiales sobre las cuales se colocan las coronas dentales. Los avances en Odontología permiten que esta técnica sea una solución permanente y duradera que se integra de forma natural con la estructura ósea. 

Los implantes permiten recuperar la capacidad de masticar y hablar con normalidad, restaurando la funcionalidad de la cavidad oral. Además, se diseñan para verlos y sentirlos como dientes naturales, lo que mejora notablemente la estética dental y renueva la confianza en la sonrisa. La implantología es una opción segura y cada vez más demandada. Los dientes adyacentes no sufren y se evita la pérdida ósea, al conservar la función sobre el hueso.

En el Centro Odontológico ALAIA, contamos con una técnica novedosa para la colocación de implantes: la cirugía navegada. Se planifica de manera virtual mediante un examen radiológico y un moderno programa informático. El resultado está más controlado y es mucho más preciso. El implante quedará colocado exactamente en la posición, angulación y profundidad que hemos planificado con anterioridad. 

En ALAIA disponemos de cirugía guiada y cirugía navegada, con lo que logramos que el procedimiento sea menos traumático y más cómodo para nuestros pacientes. Además, se pueden acortar los tiempos y, en ocasiones, no es necesario levantar la encía con lo cual no hay heridas ni puntos de sutura por lo que las molestias posoperatorias son prácticamente nulas. 

Esta es una de las últimas tecnologías aplicadas a la implantología oral. Tiene su origen en el campo de la neurocirugía y, por su fiabilidad y seguridad, supone una auténtica revolución en los tratamientos de salud bucodental.