Entradas

A pesar de que una extracción dental es un proceso bastante común y generalizado, no deja de ser una intervención que hay que llevar a cabo con el máximo cuidado y rigor. Tan importante es elegir un buen profesional, en un entorno seguro, como seguir las recomendaciones para los cuidados posteriores. Así, lograremos una mejor y más rápida recuperación. 

Un tratamiento dental, que incluye la extracción de cualquier pieza, implica una agresión para la encía y el alveolo. Si bien el proceso es ambulatorio, la complejidad depende de cada caso. No es igual la recuperación tras la extracción de una muela del juicio que está dentro de la encía, que una muela que ha crecido libremente u otra que oculta un absceso. 

Durante las primeras 24 horas después de la intervención, es normal que la zona se encuentre sensible. Hay algunos consejos generales que nos pueden ayudar: 

-Morder la gasa compresiva que te ha colocado el dentista, al menos, durante 1 hora. 

-No enjuagar la boca. Limpiar el exceso de saliva o sangre con una gasa estéril.

-Aplicar hielo para reducir la inflamación.

-Dormir con la cabeza lo más incorporada posible.

-Relajarse y guardar reposo.

-Tomar los antibióticos que recete el dentista.

-Seguir una dieta blanda. 

-No fumar ni tomar alcohol.

Mantener una correcta higiene oral es muy importante para favorecer la cicatrización de la zona. Como durante las primeras 24 horas tras la extracción no se pueden hacer enjuagues, es vital mantenerse hidratado y beber agua. A partir de las 24 horas, se podrá hacer un enjuague suave con agua tibia con sal y un cepillado de los dientes con relativa normalidad. Hay que emplear un cepillo con las cerdas suaves y realizar movimientos pausados, no agresivos. No cepillar directamente la zona del alveolo, para evitar romper el coágulo. Y no hay que olvidarse de la lengua. El sangrado y la placa también se acumulan en esta zona y pueden generar mal aliento. Los siguientes días se podrá comenzar a usar colutorios de clorhexidina para contribuir a la higiene bucal.

Si se siguen estas recomendaciones durante las primeras 24 horas después de la extracción dental, seguramente no habrá problemas y las molestias remitirán pronto.

El tejido de la encía sanará en unas tres o cuatro semanas. No dudes en contactar con tu odontólogo si existe un sangrado muy persistente o notas la zona entumecida o con dolor fuerte. 


Nuestro equipo de profesionales te marcará las pautas a seguir.