Denominada también la enfermedad de la boca seca, la xerostomía supone una incapacidad de las glándulas salivales para producir una cantidad suficiente de saliva.
La saliva juega un papel crucial en el mantenimiento de una buena salud bucodental. Contribuye al proceso de digestión y reduce el riesgo de caries. La sequedad bucal puede afectar a todas las edades, pero especialmente a l@s adultos, con prevalencia entre las personas mayores.
El origen puede estar en:
-Ciertos medicamentos que inhiben la producción normal de saliva.
-La quimioterapia y radioterapia.
-Algunas enfermedades sistémicas como la artritis, la diabetes o ciertas patologías autoinmunes, como el síndrome de Sjögren.También aparece en cuadros depresivos, de ansiedad o trastornos alimenticios.
-El envejecimiento.
-El tabaquismo y el consumo de alcohol.
-El trastorno de las propias glándulas salivales, especialmente por la obstrucción de los conductos de liberación de la saliva.
Las complicaciones en esta patología pueden suponer dificultad para comer y hablar o riesgo de caries e infecciones bucales. La xerostomía puede afectar a la calidad de vida al causar dolor y malestar crónico. Al aumentar la acidez de la boca, el paciente será más propenso a sufrir muchos problemas orales. Aumentará la placa dental, que puede derivar en sarro si no se trata adecuadamente.
Hay diferentes alternativas para tratar la boca seca. El remedio más sencillo, pero también el más eficaz es hidratarnos bebiendo suficiente agua. Sin embargo, hay que evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína o demasiado azucaradas. También hay que huir de los alimentos picantes o demasiado ácidos, ya que pueden empeorar la sequedad bucal. El tabaco debe estar excluido de la rutina diaria y hay que mantener una buena higiene bucal, cepillando los dientes de forma correcta y disciplinada.
Ciertos productos farmacéuticos pueden ayudarnos con la salivación, al activar las glándulas salivales: geles y aerosoles, enjuagues bucales o chicles sin azúcar. Normalmente, contienen ingredientes como ácido hialurónico, carboximetilcelulosa y glicerina. Por eso es importante que sea el dentista quien determine qué producto es el más adecuado en cada caso. Si experimentas sequedad bucal persistente, es fundamental buscar atención dental para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento correcto.