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Se trata de una maloclusión en la que se observa que las piezas dentales no están alineadas o no encajan al cerrar la boca, quedando los dientes superiores por detrás de los inferiores.

Según en qué zona de la boca se localicen, las mordidas cruzadas pueden clasificarse en:

-posteriores: cuando afecta al área de premolares y molares.

-anteriores: cuando afecta a la zona de incisivos.

En cuanto a la causa, puede ser por un factor hereditario. La genética influye mucho en la salud bucodental y, en este caso, puede tener un papel relevante. El origen también puede estar enhábitos como respirar por la boca en lugar de por la nariz, colocar la lengua de una forma incorrecta o chuparse el dedo. Incluso podemos llegar a una mordida cruzada cuando los dientes temporales no se caen en el momento que deben y causan una malposición del permanente o cuando hay una lesión traumática que provoca un desplazamiento. 

El tratamiento de la mordida cruzada es más fácil durante la infancia al ser una etapa en la que existe todavía crecimiento. Consiste en la colocación de un expansor en el paladar para ampliar el tamaño de la arcada. En los adultos, al haber finalizado el crecimiento de los huesos, muchas veces hace falta recurrir a la cirugía para poder encajar correctamente las arcadas superior e inferior. 

Si la mordida cruzada tiene su origen en las piezas dentales, será necesario utilizar una ortodoncia para corregir el problema. Dependerá de la circunstancia del paciente y de las recomendaciones que le haga su ortodoncista.

Lo cierto es que todo tratamiento para solucionar este problema será mucho más efectivo si se aborda de manera temprana. Por ello, te aconsejamos que pidas ya tu cita si comienzas a observar en tu hij@ cualquier síntoma de este tipo de maloclusión. Estudiaremos el caso y valoraremos la mejor solución.

Si la mordida cruzada no se corrige, podrá ocasionar complicaciones en el desarrollo y crecimiento de la estructura facial. Asimismo, puede favorecer problemas en la dentición, en la estructura muscular, ósea y articular de la zona. También derivado de esta maloclusión podemos padecer ronquidos crónicos, gingivitis o cefaleas recurrentes.

Se trata de una complicación que se produce con poca frecuencia tras la extracción de una pieza dental y, más habitualmente, cuando se trata de la muela del juicio o de una muela infectada. 

Cuando se extrae la pieza, se forma un coágulo de sangre que sella el hueco que deja el diente, lo que permite que la herida se cure y cicatrice con completa normalidad. El problema aparece cuando este coágulo se cae o se rompe, ya que deja expuestos los nervios y el hueso a la acción de la flora bacteriana de la cavidad oral, así como a otros agentes patógenos que acceden al organismo por la boca. Esto produce un fuerte dolor ocasionado, principalmente, por la inflamación que desarrolla. No es una afección especialmente grave, pero sí bastante molesta para quienes la padecen. Además, la exposición de la cavidad retrasa la curación. 

Esta complicación puede aparecer durante los primeros cinco días posteriores a la extracción. Hay unos factores de riesgo concretos como son el hábito de fumar, el consumo de corticoesteroides y el uso de anticonceptivos orales, por los estrógenos que contienen. También es factor de riesgo no seguir las pautas de actuación, posteriores a la extracción, que nos dará nuestro dentista. 

La primera señal que nos puede hacer sospechar de una posible alveolitis es que aparezca un dolor agudo tras habernos realizado la extracción dental. Este dolor puede irradiarse hacia el lateral de la cara. También se pueden inflamar los ganglios situados bajo la mandíbula y el cuello y puede aparecer la fiebre, así como un sabor desagradable en la boca. 

Normalmente, el odontólogo prescribe un tratamiento preventivo tras la intervención. Es importante la limpieza de la cavidad oral mediante enjuagues con colutorios que contengan clorhexidina(siempre tras las primeras 24 horas post extracción). También será importante seguir las recomendaciones del especialista en relación a la alimentación e ingesta de líquidos. 

Si se llevan a cabo todas las medidas preventivas mencionadas y, aún así, se produce la alveolitis, el tratamiento consistirá en el uso de antiinflamatorios (para reducir la inflamación y el dolor) y de antibióticos orales (para combatir una posible infección). Normalmente, la alveolitis suele desaparecer al cabo de unos diez días. De no ser así, la recomendación es volver a acudir al odontólogo para valoración y diagnóstico. 

Pide cita en ALAIA ante cualquier duda. Tendrás a tu disposición un equipo de profesionales especializados en las distintas ramas de la Odontología. Porque una boca sana es el inicio de un cuerpo saludable. 

Durante el embarazo se producen cambios hormonales queconllevan un mayor riesgo de inflamación e infección en las encías. 

Es una pregunta muy habitual: ¿puedo ir al dentista estando embarazada? La respuesta es sencilla: ¡por supuesto que sí! No solo es completamente seguro, sino que cuidar de tu salud bucodental durante estos meses es absolutamente necesario.

Los problemas orales más frecuentes en esta etapa son:

-Gingivitis: una de las afecciones más frecuentes, consecuencia de la alta concentración de hormonas. Provoca enrojecimiento en las encías, inflamación y, a veces, sangrado. 

-Periodontitis: se podría relacionar con partos prematuros y/o niños con bajo peso al nacer.

-Caries: la disminución de saliva y el aumento de la acidez en la boca debilitan el esmalte dental y dejan los dientes más desprotegidos frente a los ataques de las bacterias.

-Sensibilidad dental: las náuseas y vómitos habituales pueden erosionar el esmalte y provocar la hipersensibilidad. 

-Xerostomía o boca seca: debida también a los cambios hormonales.

Estas posibles patologías nos demuestran que durante el embarazo son muy importantes las revisiones dentales. En el primer trimestre de gestación, podemos revisar el estado general de tu boca y valorar posibles tratamientos. Es muy importante que nos comuniques tu estado desde el primer momento, sobre todo, antes de realizar radiografías.   

Durante el segundo trimestre, no hay inconveniente en realizar una extracción o tratar una caries. La limpieza dental profesional no solo es segura, sino que es muy recomendable porque, como decimos, la gingivitis es un problema frecuente y puede prevenirse. 

En el tercer trimestre de gestación también es aconsejable acudir al dentista para hacer un seguimiento de tu salud oral, aunque es probable que haya tratamientos que se tengan que posponer hasta después del parto. Los tratamientos de ortodoncia que ya tuvieras iniciados podrás continuarlos con un seguimiento más exhaustivo por parte de nuestros profesionales. 

Tu ginecólogo, tu matrona, tu farmacéutico y también tu dentista se ocuparán de que todo vaya bien y de que puedas compartir con tu bebé una sonrisa sana. En el Centro Odontológico ALAIA te acompañaremos durante estos maravillosos meses con especial mimo y cuidado.

A pesar del cambio de rutina que conlleva la época estival, no hay que descuidar aspectos tan fundamentales como una buena higiene oral y una alimentación saludable. 

En la boca conviven millones de bacterias, sin que esto sea sinónimo de enfermedad. En condiciones normales, predominan las “bacterias amigas”, que mantienen bajo control al resto. Cuando ocurren determinadas circunstancias, como por ejemplo el aumento de la temperatura y la deshidratación, este equilibrio se altera y aumentan las bacterias patógenas, responsables de la caries, la enfermedad periodontal y la halitosis. Esto puede ocurrir en verano si descuidamos nuestra salud bucodental.

Por eso, es importante tener una buena higiene oral, al menos dos veces al día y mantenerse hidratado. Si no es posible cepillarse los dientes, la mejor opción es masticar chicle sin azúcar con xilitol, ya que produce saliva y ayuda a la limpieza.

Durante las vacaciones también suelen producirse cambios dietéticos y es más común el picoteo entre horas y consumir alimentos y bebidas azucaradas con mayor frecuencia. Esto puede generar un aumento de la sensibilidad dental. Hay que contrarrestarlo optando por alternativas más saludables como frutas frescas, verduras y agua. También hay que evitar un consumo excesivo de alcohol, que deshidrata y daña los dientes y encías.

Otra de las recomendaciones para mantener nuestra sonrisa intacta en verano es usar protector bucal durante las actividades al aire libre. Los traumatismos dentales aumentan considerablemente durante esta época del año, debido a la mayor práctica de deportes y juegos. En caso de fractura dental, hay que conservar el diente en suero salino, agua o leche y acudir inmediatamente a un dentista para poder llevar a cabo el tratamiento más adecuado. 

Y tenemos que seguir protegiéndonos del sol. Se deben aplicar cremas y labiales con factor de protección solar y evitar la exposición excesiva. También hay que tener cuidado con el cloro, ya que altera el pH de la boca, favoreciendo la desmineralización de los dientes. Hay colutorios específicos que nos pueden ayudar. Otro consejo importante es no descuidar los tratamientos: si se utiliza ortodoncia o férulas de descarga para el bruxismo, se deben seguir usando las horas que haya aconsejado el especialista. 

El Consejo General de Dentistas recomienda pedir cita con nuestro odontólogo al volver de las vacaciones. Será un buen momento para realizar una revisión rutinaria y comprobar la salud de nuestra sonrisa. 

Unas pinceladas del sector odontológico.

-Europa tiene la mayor prevalencia de enfermedades bucodentales del mundo, que afectan al 50,1 por ciento de la población adulta. 

-Una mala salud oral está directamente relacionada con 23 enfermedades sistémicas, entre ellas las referidas al corazón o la diabetes. 

-La caries dental no tratada sigue siendo la enfermedad no transmisible más común en todo el planeta. 

-Una salud bucodental comprometida es la causa de cinco tipos de cáncer.

-En Europa, el gasto en servicios odontológicos representa una media del 5,1 por ciento del gasto sanitario total, una media inferior a la de los productos farmacéuticos y sanitarios.

-En Europa hay, de media, 76 dentistas por cada 100 mil habitantes.

-En España existen 87 dentistas por cada 100 mil habitantes. 

-De media, los europeos realizan 1,3 consultas odontológicas al año.

-En España, el 48 por ciento de los adultos no ha visitado al dentista en el último año.

-En 2022, el 4,8 por ciento de la población europea con 16 o más años presentaba necesidades de consulta o tratamiento dental no satisfecho.

-En España, la brecha en las visitas al dentista, en función del nivel de ingresos, alcanza los 28 puntos.

Además, según reseña el Consejo General de Dentistas, los odontólogos desempeñan un papel importante en la detección precoz de diversas enfermedades, por lo que deben integrarse en los servicios de salud pública. Las enfermedades no transmisibles afectan especialmente a Europa, con importantes repercusiones en la salud, la economía y la sociedad.

Las vitaminas son nuestras aliadas para mantener una salud bucodental adecuada. 

Proteger las encías de enfermedades periodontales o prevenir la caries son algunas de las funciones de las vitaminas con respecto a la salud oral. La vitamina que hoy centra nuestra atención, la D, cuida la boca de factores externos que pudieran dañar nuestros dientes y encías debido a la absorción de calcio y fósforo. 

La vitamina D es una vitamina liposoluble que se encuentra en algunos alimentos y se sintetiza en la piel cuando se expone a la luz solar. Es importante para la salud ósea pero también tiene una relación notoria con la salud bucodental. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo, minerales valiosos para la formación y mantenimiento de los dientes y huesos. La ciencia demuestra que los niveles bajos de esta vitamina se asocian con un mayor riesgo de padecer afecciones como la enfermedad periodontal, caries o pérdida de piezas dentales.

Y cada vez es mayor el porcentaje de personas que necesitan suplementar esta vitamina crucial. Algo que debe hacerse siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud. Los médicos recomiendan, no obstante, exponerse al sol diariamente unos 10-15 minutos, de forma segura y siempre con protección. En cuanto a los alimentos, la encontramos en pescados grasos (como el salmón, el atún y la caballa) o en la yema de huevo, el hígado y la leche. También hay algunos alimentos de origen vegetal que son ricos en vitamina D, como los champiñones o las setas.

En definitiva:

-ayuda a fortalecer los dientes porque mejora la absorción de calcio.

-estimula la creación de colágeno, el principal componente de las encías.

-reduce el riesgo de caries dental porque ayuda a mantener los niveles adecuados de calcio en la boca. 

-en los fumadores, reduce los efectos dañinos que el tabaco genera en dientes y encías.

-controla los niveles de serotonina y dopamina, lo que nos hace estar más felices y refuerza el sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de contraer enfermedades. 

Aprovecha la llegada del verano para tomar el sol y llenarte de energía y vitalidad. Siempre de forma prudente y saludable. 

La detección temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico y la supervivencia.

El cáncer oral se sitúa entre los diez cánceres más frecuentes. Su diagnóstico se hace de forma tardía en el 75 por ciento de los casos, por lo que destaca su alta tasa de mortalidad.

El 12 de junio se celebra el Día Europeo contra esta enfermedad con la idea de concienciar a la población de la necesidad de llevar a cabo revisiones bucodentales que puedan detectar esta patología. El papel del dentista es fundamental a la hora de identificar los síntomas. Cuando un paciente acude a una revisión odontológica, el especialista realiza una evaluación exhaustiva de su cavidad oral, lo que incluye mejillas, labios, lengua, paladar y encías. Si detecta anomalías como úlceras, bultos, manchas rojas o blancas, puede recomendar pruebas adicionales, como una biopsia, para obtener un diagnóstico definitivo. 

Es importante tener presentes los factores de riesgo asociados al cáncer oral y fomentar hábitos de vida saludables.

En cuanto a los factores de riesgo tenemos:

-consumo de tabaco y alcohol.

-exposición excesiva al sol y sin protección (labios).

-virus del papiloma humano.

-alimentación poco saludable.

-mala higiene bucodental.

A partir de los 40 años es importante realizarse una autoexploración de la cavidad bucal cada cierto tiempo para detectar posibles anomalías. Aunque esto nunca puede sustituir las visitas periódicas al dentista ya que, en sus primeras etapas, el cáncer oral puede pasar desapercibido. Este tipo de cáncer tiene una mayor incidencia en hombres respecto a mujeres, aunque esta diferencia se está reduciendo en los últimos años. Su localización más frecuente suele ser en el borde lateral de la lengua y suelo de la boca. 

Terminamos con un apunte interesante: según datos del Atlas de Salud Bucodental en España, está comprobado científicamente que un alto consumo de frutas y verduras tiene un efecto protector frente al cáncer oral. Ingerir, al menos, una pieza de fruta diaria y/o verdura ayuda a reducir el riesgo de esta patología en un 50 por ciento.

Agenesia es un término que significa “sin nacimiento”. Aplicado a la Odontología, se refiere a la falta de alguna pieza dental por no haberse desarrollado. Se trata de un problema de origen congénitoque, con mayor frecuencia, afecta a las llamadas muelas del juicio.

La ausencia de piezas dentales conlleva una serie de consecuencias que van mucho más allá de la estética. Normalmente, los problemas más comunes están relacionados con una maloclusión, provocada por el desplazamiento de los dientes contiguos a las ausencias. Además, el hueso maxilar también puede desarrollarse en menor medida. Pueden originarse alteraciones funcionales de masticación, salivación o pronunciación. Cuando la agenesia se da en las muelas del juicio no suele suponer un problema puesto que son piezas sin mucha utilidad.

Sin lugar a dudas, la cuestión estética es la que más afectapsicológicamente y a nivel de autoestima a los pacientes que sufren esta situación. La falta de piezas dentales en la zona más interna pasa más desapercibida, pero cuando esta ausencia se produce en la parte frontal de la boca, al paciente le cuesta sonreír ya que queda patente su problema estético. 

El diagnóstico de la agenesia se produce, normalmente, a partir de la observación de que los dientes de leche se mantienen más tiempo del habitual. Al no haber reemplazo que fuerce la caída del diente de leche, éste permanecerá más tiempo. Será el primer indicio de que podemos estar ante una agenesia dental. Para confirmar esta sospecha, el especialista realizará una radiografía que le proporcione una visión completa de lo que sucede en el interior.

A la hora de evaluar el tratamiento, tendremos en cuenta factores como la edad del paciente, el estado general de su dentadura, cuántas piezas faltan y en qué lugar. Las opciones son:

-Tratamiento de ortodoncia. Puede ser una solución idónea cuando falta una única pieza. Se emplea para reducir los espacios que se han generado ante la ausencia de esta o bien para fijarlos si lo que se pretende es aplicar un implante dental.

-Implantes dentales. Cuando la ausencia de piezas es más numerosa y faltan en la parte frontal, solemos recurrir a esta solución. Habrá que asegurarse, eso sí, de que la agenesia no ha afectado a la calidad del hueso.

-Prótesis. Aquí también entra en juego el número de dientes ausentes. Se pueden colocar prótesis parciales o completas. 

-Mantenedores de espacio. Para evitar que otras piezas dentales ocupen el lugar de la pieza faltante, logrando así que el maxilar se desarrolle con normalidad y que más adelante se pueda recurrir a un implante para cubrir ese hueco. 

Busca tu mejor opción en ALAIA.

Una de las funciones esenciales del paladar es la de permitir y contribuir a la fonación, aunque también interviene en otras acciones como la deglución de alimentos. Cuando un paladar está completamente sano no genera molestias y tiene un color rosáceo uniforme. La mayoría de sus afecciones no suelen ser peligrosas o complicadas de tratar. Pero es importante saber que esta zona puede inflamarse o irritarse debido a diferentes razones: 

-Inflamación y rojez por quemadura momentánea. Por ejemplo, por la ingesta de alimentos picantes o muy calientes. Suele desaparecer sin necesidad de aplicar ninguna solución concreta.

-Falta de vitaminas. Si el organismo necesita ciertas vitaminas que no está obteniendo, las defensas bajan y pueden aparecer aftas o llagas en el paladar. 

-Deshidratación. No consumir las cantidades de líquido necesarias para el buen funcionamiento del organismo ocasiona sequedad en la boca que, si no es solucionada a tiempo, puede originar inflamación en las encías y el paladar. El consumo de alcohol y tabaco aumenta la deshidratación.

-Placa bacteriana. Se forma debido a una acumulación de bacterias procedentes tanto de la comida como de la propia saliva y mucosa de la boca. Se elimina con unos hábitos correctos de higiene oral. Cuando no es así, puede provocar infecciones.

-Herpes. Aunque normalmente afecta a los labios, también puede aparecer en el paladar y causar hinchazón. Se presenta en forma de llagas o úlceras rojizas en la boca. Son bastante dolorosas y se generan por un virus muy contagioso.

-Candidiasis. Es una infección provocada por una clase de hongos propios de la mucosa de la boca. No tiene un origen concreto por lo que se tiene que estudiar cada caso. Los síntomas son la aparición de pequeñas manchas y que el paladar se vuelve blanquecino.

-Alergias. Algunos alimentos y medicamentos pueden desencadenar una respuesta alérgica que inflame la cavidad oral.

-Enfermedades de otros órganos. La inflamación del paladar puede indicar que otros órganos como el hígado, el páncreas o los intestinos no se encuentran en óptimas condiciones

-Síntomas cancerígenos. El cáncer de paladar se manifiesta con inflamación, lesiones en la zona y dolores bucales. Se pueden crear manchas blancas de un tamaño considerable. 

Una ayuda inicial en casa puede ser tomar líquidos fríos (que no sean cítricos), tomar un antiinflamatorio, usar cepillo dental con cerdas suaves y cuidar la dieta. También existen enjuagues bucales que pueden ser útiles, en especial, los que tienen sal y bicarbonato de sodio. 

Si las molestias no remiten, pide cita en ALAIA y realizaremos un estudio de tu boca. Hay que buscar el origen del problema.

Trabajamos por tu bienestar.

El consumo de tabaco es la causa más común de muerte prevenible en el mundo. Muchas veces, tendemos a pensar que sus efectos sobre la cavidad oral se limitan a simples tinciones de los dientes o a la aparición de halitosis. Sin embargo, podríamos decir que éstas son las consecuencias más leves. El verdadero problema está en lo que no vemos. 

Fumar multiplica por tres las posibilidades de padecer cáncer oral y por siete las de padecer cáncer faríngeo. Es una de las posibles causas del fracaso de los implantes y también predispone a la enfermedad periodontal. En los fumadores se retrasa la cicatrización de las heridas y tienen más posibilidades de sufrir una infección por hongos. Otro dato curioso: según la Asociación Dental Americana (ADA), la acción del tabaco limita la percepción de sabores y olores, especialmente, el salado. Esto hace que los fumadores tiendan a abusar inconscientemente de la sal, lo que puede provocar subidas de tensión arterial. 

Tener una buena higiene bucal puede ayudar a prevenir enfermedades, pero no implica que seamos inmunes a los efectos del tabaco. La cavidad oral es una de las localizaciones donde más claramente se manifiestan los efectos nocivos, lógicamente, ya que constituye el principal canal de entrada del humo, junto con las vías respiratorias.

En cuanto a los conocidos vapeadores o cigarros electrónicos, se han promocionado los últimos años como una alternativa más segura al tabaco convencional y gran parte de la población los considera inocuos. Sin embargo, estudios recientes muestran evidencias de que también tienen consecuencias negativas para la salud bucodental. Los datos científicos aportados apuntan a un posible efecto sobre el aumento de riesgo de cáncer oral y a un claro impacto sobre las enfermedades periodontales. 

Según el Consejo General de Dentistas, es fundamental implementar acciones preventivas y educativas, dirigidas a los jóvenes, que aborden los riesgos asociados al tabaquismo y que fomenten un estilo de vida saludable.

Los dentistas somos facultativos que podemos ofrecer asesoramiento y ayuda a todas aquellas personas que quieran superar esta adicción. De momento, y hasta dejar este hábito nocivo, les recomendaremos aumentar la frecuencia de cepillado, usar un buen colutorio y tener a mano el hilo dental. Y, desde luego, visitarnos con mayor regularidad para hacer un seguimiento más exhaustivo de la salud bucodental. 

La única forma de paliar los efectos negativos del tabaco es dejarlo.