Un tratamiento de exodoncia conlleva la extracción dentaria de una o más piezas. El especialista debe realizar un estudio previo de los antecedentes médicos y odontológicos del paciente ya que es un procedimiento que se realiza cuando no hay otra opción.

Algunos casos en los que es necesario realizar la extracción dental: 

-Exodoncia por infección dental: cuando es severa y siempre como último recurso.

-Exodoncia por caries: en los casos en los que está muy avanzada y no se puede tratar de otra manera.

-Exodoncia por enfermedad periodontal: esta enfermedad provoca que las piezas dentales se aflojen y, cuando está muy avanzada, se opta por la extracción.

-Exodoncia por trauma dental: es decir, tras haber sufrido algún golpe que haya roto o deteriorado la pieza y no se pueda solucionar con una corona debido a la falta de diente sano para soportarla. 

-Cuando un diente está bloqueando a otra pieza que está erupcionando.

-Cuando se necesita ensanchar espacios entre los dientes para el alineamiento con aparatos ortodóncicos. A veces, es necesarioextraer las muelas del juicio de forma preventiva o como parte del tratamiento.

-Cuando se necesita ajustar los espacios para que encajen correctamente los implantes dentales.

-Cuando hay un problema grave de apiñamiento.

Son algunos casos, aunque hay más. Lo que está claro es que en ALAIA no recomendamos nunca llegar a la extracción si no es estrictamente necesario y lo consideramos la mejor solución al problema existente. Nuestro objetivo es siempre la odontología más conservadora.

Cuando no queda más remedio que plantear la exodoncia, se realiza mediante una intervención quirúrgica con anestesia local y no suele revestir complicaciones. Debes informar al odontólogo sobre la medicación que estás tomando, si tienes prescrito algún anticoagulante o si eres una persona propensa a tener infecciones, algo que sucede por ejemplo si tienes el sistema inmune debilitado o eres diabético. 

En los casos simples, el paciente se recupera por completo en pocos días. En dos semanas aproximadamente, el tejido de la encía y los alvéolos estará completamente sanado. Será importante tener en cuenta posteriormente las recomendaciones que nos dará nuestro dentista, tanto para la higiene oral como para la alimentación y cuidados de la zona. 

ALAIA, especialistas en Cirugía bucodental.

La pulpa dental o nervio es el tejido blando que se encuentra dentro del diente, protegida por la dentina y el esmalte, ya que en su interior se encuentran nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo, que son los que nutren a la pieza dental. 

El hecho de que esté protegida no significa que no pueda dañarse y, cuando esto sucede, se produce una pulpitis o inflamación de la pulpa.

Normalmente, esta patología se suele asociar a una caries profunda no tratada. Sin embargo, aunque es una de las causas principales, no es la única. Las enfermedades periodontales en estado severo también pueden originar la pulpitis. Asimismo, son causas significativas: una erosión o abrasión dental (relacionadas con el bruxismo), una fisura o fractura del diente (relacionadas con un fuerte traumatismo) y tratamientos odontológicos conservadores que no se han realizado de forma adecuada. 

Cuando hablamos de pulpitis reversible, hacemos referencia a una inflamación pasajera del tejido pulpar. Una vez eliminado el estímulo que la provoca, el paciente deja de sentir molestias. Por el contrario, la pulpitis irreversible requiere un tratamiento odontológico, ya que el tejido no puede devolverse a su estado natural. En los casos en los que la pulpa no es tratada de forma precoz, se puede producir la necrosis de la zona. 

El dentista determinará, mediante las pruebas diagnósticas adecuadas, cuál es el mejor tratamiento para el paciente. Todo dependerá del avance de la afección. En casos leves, puede bastar con una obturación o empaste. En patologías avanzadas, puede ser necesaria una endodoncia o, en casos más graves, la extracción de la pieza dental y la colocación posterior de una prótesis o implante. 

La mejor manera de prevenir la pulpitis es prevenir la caries. Para ello, hay que mantener una higiene y cuidado dental riguroso, así como acudir a las revisiones marcadas por tu dentista. 

Hay que tener en cuenta que, si existe una pulpitis y no se trata, se puede provocar una infección que afecte, además del diente, a estructuras vecinas como encías y hueso, pudiéndose extender a otras zonas. Por lo tanto, es importante detectar y tratar a tiempo para poder conservar la pieza dental. 

El síntoma principal de la pulpitis es el dolor, que puede ser más o menos intenso. Se puede producir al consumir algún alimento que esté muy caliente o muy frío (pulpitis reversible). Una vez retirado ese estímulo, el dolor desaparece en unos minutos.

También puede aparecer dolor de forma espontánea (pulpitis irreversible) o que se mantiene en el tiempo una vez retirado el estímulo, normalmente calor.

Ante cualquier síntoma, visita ALAIA: tratamientos odontológicos programados de manera personalizada.

Son unas finas láminas de diferentes materiales que recubren todo el contorno del diente y quedan así integradas con naturalidad en la pieza dental. 

Se utilizan en los dientes (anteriores o posteriores) que están debilitados por una u otra razón. Se fabrican a medida para cubrir la pieza al completo y así poder protegerla, además de permitir que realice la función masticatoria. Una vez colocada, la funda debe ser lo más similar posible al diente natural, sobre todo si es muy visible, por lo que también cumple una función estética. 

Normalmente, se elaboran para los premolares y los molares, ya que son las piezas que sufren más patología y requieren más tratamientos restauradores. Se colocan de manera fija, ya que se cementan sobre los dientes a tratar y sólo un dentista puede extraerlas. 

Con las coronas, se mantiene la funcionalidad del diente y se proporciona una sonrisa natural ya que se realizan a medida, de forma personalizada. 

Es recomendable ponerlas:

-Para proteger obturaciones de gran tamaño porque no queda suficiente diente.

-Para evitar que un diente debilitado se fracture o para reparar uno ya fracturado.

-Sobre dientes sanos para sujetar puentes dentales que sustituyen a una pieza perdida.

-Para cubrir un diente decolorado o con una anatomía anómala.

-Para rehabilitar un implante.

-Para cubrir un diente que ha sido sometido a un tratamiento de conducto radicular o endodoncia. 

Los materiales para elaborar las fundas son variados pero los más utilizados actualmente son la porcelana, el zirconio y la combinación de metal-porcelana. Dependiendo de cada caso, estará más indicado uno u otro.

Hay que tener en cuenta que el diente sobre el que se apoya la corona no es inmune a la caries, ya que las bacterias se pueden “colar” a través de la unión entre la pieza y la funda dental. Además, las encías tampoco están exentas de sufrir enfermedades como la gingivitis o la periodontitis. Por eso, la mejor forma de cuidar una corona es acudir a las revisiones pertinentes y mantener una correcta higiene dental. 

En ALAIA apostamos por la Odontología conservadora y restauradora.

La esterilización es el proceso mediante el cual se destruyen todas las formas de microorganismos existentes, fundamental para crear un ambiente limpio y seguro para la atención bucodental. Algo de lo que las Clínicas nos preocupamos al máximo. 

En un Centro Odontológico existen materiales desechables, de un solo uso, así como materiales no desechables. Estos últimos requieren de unos procesos de desinfección y esterilización de suma importancia para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas. Lo eran antes de la época Covid y, si cabe, lo son más ahora o, al menos, con elementos añadidos por la nueva coyuntura. 

Estos procesos se logran, bien por lavado con un agente tensioactivo (detergente y agua) o por un proceso automatizado (ultrasonido o una lavadora desinfectante con producto de limpieza) usando productos químicos. 

Todo el material utilizado en la clínica dental se embolsa de manera segura e individual y pasa por el autoclave para garantizar que vuelva a ser estéril. Se trata de una tecnología que, mediante vapor de agua y una alta temperatura, permite eliminar los microorganismos que pudieran ocasionar alguna infección en el paciente. En ALAIA, realizamos todo el proceso con sumo cuidado y dedicación.

La sala de esterilización es uno de los espacios fundamentales en toda clínica dental. Las dimensiones dependerán del número de gabinetes y del número de pacientes que se tratan y, por tanto, de la cantidad de instrumental y autoclaves necesarios. El espacio debe estar bien ventilado, con aire renovado, que evite altas temperaturas, dada la presencia de equipos y maquinaria que desprenden calor. 

En ALAIA somos conscientes de nuestra responsabilidad y cumplimos con los protocolos de higiene y esterilización de manera rigurosa y en base a los estrictos protocolos marcados por las autoridades sanitarias. 

La seguridad, ante todo.