La relación entre demencia y salud oral

Estudios recientes aseguran que las personas que descuidan su boca tienen mayor probabilidad de desarrollar complicaciones relacionadas con la demencia senil. En concreto, hasta un 65 por ciento más de posibilidades, puesto que las bacterias que habitan en la boca terminan llegando al riego sanguíneo.

Especialistas noruegos han realizado una investigación que demuestra que la gingivitis (conocida como la enfermedad de las encías) juega un papel decisivo en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Su descubrimiento se fundamenta en que la bacteria que causa este problema puede pasar de la boca al cerebro. Lo han garantizado con pruebas basadas en el ADN. Esa bacteria produce una proteína que destruye las células nerviosas, lo que a su vez conduce a la pérdida de la memoria y, en última instancia, al Alzheimer. No es causa por sí misma, pero su presencia aumenta sustancialmente el riesgo de desarrollar la enfermedad y está implicada en una progresión más rápida de la patología. 

Cada vez hay más estudios de este tipo y evidencias más sólidas y consistentes, basadas no sólo en estudios experimentales sino también humanos. Y la vinculación es bidireccional: el deterioro cognitivo limita los hábitos de higiene bucodental, afectando a la salud oral; y, por otro lado, los procesos de gingivitis y periodontitis podrían favorecer la demencia senil. 

Este tipo de pacientes, generalmente, tiene una higiene bucal más deficiente, ya que pierden sus habilidades cognitivas y motoras y eso reduce la capacidad de cuidarse a sí mismos. Por lo tanto, la confianza en sus cuidadores es fundamental. Especialmente, en etapas avanzadas de la enfermedad. 

Esas dificultades de higiene oral y el uso de medicamentos que muchas veces originan sequedad en la boca, son factores de riesgo que pueden conducir al deterioro de una dentición previamente sana. 

Por eso, las visitas al dentista en los momentos iniciales de la enfermedad son de suma importancia. El odontólogo puede dar consejos básicos que ayudarán de manera preventiva a minimizar la patología dental. 

La demencia es un síndrome caracterizado por el deterioro cognitivo progresivo y la incapacidad funcional. Hay más de 50 millones de personas afectadas en todo el mundo y, debido al envejecimiento de la población, se espera que la prevalencia se triplique para el año 2050. 

Prevenir está en tus manos. Cuidar nuestra boca es también cuidar nuestra mente.