Uno de cada tres menores de 6 años tiene caries

La caries es la enfermedad más común de la infancia. Las estadísticas demuestran que un tercio de l@s menores de 6 años tiene caries en la dentición temporal y tres de cada diez niñ@s de 12 años sufren esta patología. 

Además, el 80 por ciento de las caries en los tramos de menor edad están sin tratar, lo que supone 7 millones de dientes de leche afectados. 

La destrucción del tejido del diente provocará pérdida de espacio para la erupción de las piezas definitivas, lo que llevará a que éstos no se puedan colocar en la posición correcta. 

El Consejo General de Dentistas y los Colegios insisten en la necesidad de empezar con buenos hábitos de higiene cuanto antes, cepillándose los dientes, al menos, dos veces al día con pasta dentífrica fluorada. 

En la etapa de recién nacidos y bebés, hay que mantener las encías limpias, masajeándolas con una gasa húmeda. Cuando le salgan los primeros dientes hay que comenzar con el cepillado, usando poca pasta dental (el tamaño de un grano de arroz). Cuando cumpla su primer año, pide cita con tu dentista. 

Ya en el tramo de 2 a 5 años, tendrán que usar un poco más de pasta (el tamaño de un guisante), habrán dejado el biberón y el chupete y se deberá evitar las bebidas o cereales azucarados. También es importante beber agua y, si es fluorada, mejor. 

Por último, llegamos a la etapa de 6 a 12 años. A estas edades, son muy frecuentes los traumatismos dentales, sobre todo, si se realizan deportes de contacto físico. Recurre a los protectores bucales y, si se da un golpe fuerte, acude al dentista lo antes posible para evitar males mayores. 

Los profesionales de la salud oral inciden en la importancia de contar con los selladores, un buen aliado para blindarse contra la mayoría de las caries. Se trata de una capa delgada que se coloca en las superficies de masticación de los dientes posteriores (molares), actuando como un escudo protector que bloquea los gérmenes y la entrada de alimentos. 

Es el momento de fomentar la cultura de una vida sana y saludable: una alimentación equilibrada, la práctica deportiva y, en lo relativo a salud oral, una buena limpieza diaria y, sobre todo, que vean el ejemplo de sus mayores. Hay que despertar en ell@s la conciencia para que mantengan una buena higiene bucodental y se den cuenta de la importancia de una boca sana para el bienestar general. 

Y, por supuesto, también es el momento de no abusar de los dulces y productos con exceso de azúcar. Hay que apuntar en su agenda las revisiones periódicas con el odontólogo. 

La salud dental debe preocupar también en las etapas más tempranas del crecimiento.