La sonrisa gingival

Hablamos de sonrisa gingival cuando la cantidad de encía que se ve es mayor que la dental. Cuando sonreímos, lo deseable es que nuestros labios queden alineados con la base de los dientes, sin que apenas se vea la encía. Si esto no ocurre, hablamos de sonrisa gingival, es decir, aquella en la que las proporciones entre dientes, encía y maxilar superior no están en armonía. Es importante decir que éste es un asunto de percepción y, por lo tanto, varía de persona a persona.

No es, en realidad, un problema de salud. No aumenta el riesgo de ninguna enfermedad periodontal, pero sí es un problema estético para muchos pacientes. En ocasiones, se generan complejos que hacen que las personas con este tipo de sonrisa pierdan autoestima y eviten sonreír. 

Las causas son diversas: que sea así la anatomía de la persona, que haya una mala higiene oral y una inflamación de la encía, tener un labio corto o cuando el hueso y la encía invaden la corona del diente. Además, ciertos medicamentos pueden producir, como efecto secundario, un agrandamiento de las encías. 

Un desgaste excesivo de los dientes también puede causar una alteración en la relación diente-encía. Esto produce lo que se denomina erupción compensatoria, un proceso en el que los dientes erupcionan muy lentamente para compensar la parte que se desgasta. 

La sonrisa gingival existe, como vemos, por distintas razones, que a veces incluso se combinan entre sí. Por eso, un correcto diagnóstico es absolutamente fundamental para llevar a cabo el mejor tratamiento y solucionar el problema. 

Uno de los planteamientos más habituales es el alargamiento de corona. Es un proceso quirúrgico, incluido en la cirugía periodontal, que permite incrementar visualmente la longitud de la corona del diente. En realidad, lo que hace el especialista es reducir unos milímetros la encía, lo que permite apreciar mayor longitud del diente por debajo del labio y conseguir una sonrisa mucho más armónica. 

Otros procedimientos de resolución de la sonrisa gingival se asocian a restauraciones de estética dental, como carillas de porcelana o composite, que ayudan a mejorar sustancialmente la sonrisa. También puede ocurrir que la solución venga de la mano de una ortodoncia.

Cuando el problema se origina por un exceso de tejido de las encías, recurrimos a la denominada gingivectomía, en la cual se extrae ese sobrante y se reforma el tejido restante para exponer más diente. 

Si tu sonrisa genera un impacto negativo en tu calidad de vida, en tu confianza y bienestar, puede que haya llegado el momento de actuar y hacer algo al respecto. En muchas ocasiones, los pacientes no actúan por desconocimiento. Hay muchas posibilidades para corregir o mejorar la estética dental. 

Consúltanos tu caso y te ayudaremos a conseguir la sonrisa que siempre has deseado.