Gingivitis gestacional
El embarazo produce cambios hormonales en el cuerpo de la mujer que alteran el comportamiento normal del organismo. Por ese motivo, es necesario cuidar la salud bucodental más que nunca ya que, durante esta etapa, se experimentan cambios que afectan a la sensibilidad de las encías y aumentan el riesgo de infecciones e inflamaciones.
La gingivitis es la condición clínica más frecuente. Según datos de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), dos de cada tres embarazadas desarrollan la llamada gingivitis gestacional. La mitad de las gestantes con antecedentes de esta patología tiene más riesgo de sufrir un empeoramiento durante estos meses.
Generalmente, aparece entre el tercer y octavo mes de embarazo y suele desaparecer después del parto, aunque a veces se prolonga durante el período de lactancia. Está provocada por un acúmulo de placa bacteriana y los cambios vasculares y hormonales que acompañan al embarazo. Se caracteriza por una encía enrojecida, inflamada y sangrante.
Es importante saber que, si no es tratada correctamente, puede dar lugar a enfermedades severas en las encías y afectar no sólo a la madre, sino también al feto. El principal peligro es que, si deriva en una enfermedad periodontal, hay un riesgo tres veces mayor de sufrir un parto prematuro. Por ello, es imprescindible practicar una buena higiene oral y cuidar dientes y encías durante el embarazo.
En todo caso, para minimizar los riesgos de las enfermedades bucodentales, la prevención es clave.
Recomendamos lavarse los dientes tras cada ingesta, con un cepillo de cerdas suaves y utilizar hilo dental. Se deberá tener especial cuidado en la higiene en caso de vómitos ya que, si son frecuentes, pueden producir una desmineralización del esmalte, sobre todo, en las llamadas caras palatinas y linguales, es decir, las caras internas de los dientes.
Recordamos también la importancia de la dieta y el hecho de ingerir alimentos ricos en vitamina C y A. Durante el embarazo, se suelen variar los hábitos alimentarios. Puede existir una mayor apetencia de productos azucarados e hidratos de carbono, lo cual puede potenciar la aparición de caries. Por eso, hay que tener fuerza de voluntad y control y potenciar la dieta mediterránea, con frutas y verduras como base diaria.
Por otro lado, aunque lo ideal es evitar someterse a tratamientos durante la gestación, el embarazo en sí no impide realizar ningún procedimiento bucodental si es absolutamente necesario, aunque siempre con la debida precaución. Si la patología detectada no es urgente, puede ser aplazada hasta después del parto.
Desde el Consejo General de Dentistas recomiendan visitar al odontólogo, al menos, una vez durante la gestación, para mantener tu boca sana y cuidar de tu bebé.
Si notas alguno de los síntomas de la gingivitis, no dudes en contactar con ALAIA. Te ayudaremos a controlar la patología y a evitar complicaciones asociadas.
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