Los cepillos interdentales son de gran utilidad para completar la higiene oral cuando los dientes están separados por espacios tan grandes que el cepillo normal y la seda no bastan para eliminar los restos de comida.

En el caso de personas con enfermedad periodontal (pérdida de hueso y retracción de encías) es imprescindible para controlar los niveles de placa dental.

También son muy útiles y aconsejables para la higiene rigurosa de los elementos de un puente, de los implantes y para aquellas personas que usan aparatos de ortodoncia.

Con el cepillo interdental evitamos la acumulación de restos de alimentos, bacterias y placa dental que pueden traer graves consecuencias: gingivitis, caries, inflamación de las encías o periodontitis.

Hay disponibles cepillos interdentales con una variedad de diámetros diferentes, según el tamaño de los espacios. Tienen una parte plástica o metálica, en la que se insertan las cerdas en forma de espiral y así toman una forma cónica o cilíndrica. El tamaño de los cepillos es muy importante. Debemos elegir el correcto, e incluso varios según sean las separaciones entre nuestros dientes.

Debemos usarlos cada día, como complemento al cepillado, al colutorio y al hilo dental.

Son imprescindibles si tenemos los dientes separados y el hilo no hace bien su función o nos cuesta manejarlo. Eso sí, debemos hacer un uso prudente y cuidadoso. Nunca hay que forzar el cepillo interdental porque se pueden dañar las encías y producir una herida o sangrado.

Este tipo de cepillos hay que renovarlos cada poco tiempo, antes incluso que un cepillo normal. Especialmente, cuando los filamentos estén ya desgastados y curvados.

No hay que aplicar pasta dentífrica, salvo que su dentista diga lo contrario (hay algunas específicas, pero debe recomendarlas el especialista).

El uso de este cepillo es muy sencillo. Simplemente hay que colocarlo en el comienzo del espacio interdental y hacer un poco de presión para hacerlo entrar. Luego, se mueve hacia dentro del espacio y se vuelve a sacar.

Lo más conveniente, si tienes dudas, es comentarlo con tu dentista. Él te guiará en la técnica y el tamaño del cepillo interdental que más se ajusta a las necesidades de tu boca.

Los niñ@s pequeñ@s pueden dañarse las encías, por lo que se recomienda que, de momento, usen el hilo dental.

Si necesitas más información, visítanos.

Octubre es el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama. Los tratamientos de esta enfermedad afectan a la boca, los dientes y la mandíbula, dependiendo de la terapia que sea necesaria.

La radioterapia hace variar la cantidad y consistencia de la saliva, que puede volverse más espesa y provocar sequedad en la boca. Esto conlleva más riesgo de caries y es más frecuente la pérdida del gusto o la aparición de llagas. También se da mayor rigidez en la mandíbula, lo que provoca dificultad para tragar, masticar o abrir la boca.

Los dentistas recomendamos una higiene dental estricta, llevar una dieta baja en azúcar y la aplicación de flúor durante el tiempo que dure el tratamiento e, incluso, más allá, ya que estos efectos suelen durar meses o incluso años. Para reducir la rigidez en la mandíbula, podemos recomendar unos ejercicios que ayuden a recuperar el movimiento.

En cuanto a la quimioterapia, puede provocar dolor en dientes y encías, llagas bucales o descamación en la lengua. También cambios en el gusto o decoloración dental, originada por algunos enjuagues bucales recomendados para el tratamiento de infecciones.

A diferencia de la radioterapia, los efectos de la quimio desaparecen poco después de concluir el tratamiento.

Es primordial llevar un control exhaustivo y visitar al dentista más a menudo, para prevenir o detectar a tiempo cualquier patología.

A las personas que llevan brackets, se les recomienda retirarlos para evitar irritaciones en la boca. Las personas con dentadura postiza deben revisarlas para asegurarse de que se adaptan bien y no van a originar irritación o heridas.

Es importante comentar con el dentista el tratamiento que se ha pautado para poder dar recomendaciones en caso de que aparezca alguna secuela. Si el tratamiento ya ha comenzado, programa tu visita lo antes posible. Poder aliviar los efectos secundarios es algo primordial para evitar complicaciones y hacer el camino más llevadero.

Con una buena atención y constancia, el equipo médico dental y el oncológico, pueden reducir el riesgo de estos efectos y paliarlos en caso de que se produzcan.

Unos pequeños consejos durante el tratamiento:

  • Higiene oral estricta con cepillo de dientes extra suave.
  • Evitar el alcohol y sabores extremos en la dieta.
  • Controlar el consumo de azúcar.
  • Intentar mantener una buena salud ósea, consumiendo suficiente vitamina D y calcio.

Desde el Centro Odontológico ALAIA trasladamos todo nuestro ánimo y apoyo a esas mujeres luchadoras y valientes (y hombres) que pelean día a día contra una enfermedad tan dura.

¡Mucha fuerza!

Los dientes cumplen una función fundamental en nuestro día a día: en la masticación, en el habla y, por supuesto, en nuestra imagen personal.

La pérdida de dientes (edentulismo) es un problema más frecuente de lo que pensamos. Puede estar motivado por el agravamiento de caries o enfermedades periodontales y requiere la aplicación de tratamientos específicos que solucionen el problema y prevengan otros de mayor gravedad.

De ahí, que siempre incidamos en la necesidad de llevar a cabo las correspondientes revisiones en consulta para detectar a tiempo las posibles patologías.

También podemos llegar al caso extremo de perder un diente por falta de higiene oral, una dieta pobre y poco saludable, por el hábito de fumar o por un accidente o traumatismo.

La diabetes, la presión arterial alta o la artritis reumatoide también favorecen la pérdida de piezas dentales.

Mención aparte tiene el embarazo. Cuando una mujer está embaraza, los niveles de estrógenos y progesterona se elevan, lo cual puede llegar a afectar a los huesos y tejidos de la boca. Esto es debido a que el periodonto (colección de huesos y ligamentos que sostienen los dientes y los mantienen en su lugar), se ve afectado y se pueden notar los dientes flojos. Normalmente, los síntomas desaparecen tras el parto, pero es recomendable hacer una vigilancia más exhaustiva de la boca en esta etapa de la mujer.

Según el Consejo General de Dentistas, las pérdidas dentarias deben reponerse mediante su oportuno tratamiento (con prótesis o con implantes) por razones de función masticatoria y para evitar que los demás dientes se inclinen o se muevan de su posición normal.

Los implantes dentales son una de las mejores soluciones para reponer esa pérdida. Además, cuentan con la ventaja de que aportan una sensación muy similar a la que se tiene con los dientes naturales.

En ALAIA somos especialistas en Implantología. Tenemos más de 15 años de experiencia y la tecnología más avanzada (cirugía navegada X-Guide) para tu tratamiento.

Para salvar un diente que se mueve o que está afectado por caries, hay varios factores a tener en cuenta:

-Acude a tu centro odontológico para que tu dentista evalúe la situación y pueda planificar la pauta más adecuada para tu caso.

-La higiene bucodental debe ser rigurosa.

-La alimentación debe ser sana y equilibrada. La dieta es muy importante para la salud de nuestros dientes. Aquella que esté basada en ácidos y azúcares, debilitará nuestras piezas dentales.

Cuidamos tu sonrisa, pide tu cita.

El tiempo ideal de cepillado es de 2 minutos: un minuto en cada arcada, repartiendo el tiempo de forma equivalente y con una pasta fluorada, a ser posible. El cepillo debe llegar a todas las superficies de los dientes, no sólo a aquellas que mostramos al sonreír. Debemos concluir el cepillado con el hilo dental, sobre todo, por la noche.  

Ese cepillado se realiza después de las comidas, aunque no inmediatamente.

Es recomendable esperar unos 20 minutos para hacerlo. Esto es debido a que, durante ese tiempo, nuestra saliva cumplirá su función: neutralizará los ácidos y recuperará los niveles de calcio del esmalte. Si nos cepillamos los dientes justo después de la comida, complicaría la situación del esmalte, demasiado débil frente a esos ácidos sin la ayuda de la saliva.

En cuanto a la técnica, la Fundación Dental Española dice que es importante ir desde la encía hacia el diente y no al revés. También es fundamental concluir con el cepillado de la lengua, al menos, hacerlo en el cepillado nocturno ya que es una especie de esponja que va acumulando las bacterias. Hay que barrerla de dentro hacia fuera.

El cepillo debe ser de dureza media o suave y hay que cambiarlo cuando esté deteriorado. Tienen una vida útil que no ha de superar los 3 meses. También es interesante cambiarlo si hemos padecido una gripe, infección o covid-19, ya que los gérmenes pueden permanecer en las cerdas y reactivar la patología.

Pero, cuidado, porque cepillarse los dientes durante demasiado tiempo puede ser contraproducente, ya que puede dañar el esmalte y las encías. Y también hay que controlar la fuerza que utilizamos. El cepillado debe ser suave y cuidadoso, ya sea con cepillo eléctrico o manual. Es mejor 2 minutos de manera controlada que 30 segundos con movimientos bruscos. Si te cepillas con demasiada fuerza, puedes causar problemas también en el esmalte e irritar las encías.

Por último, no te engañes a ti mism@. Los chicles, enjuagues y caramelos refrescantes no son sustitutivos del cepillado dental.

Cierto es que logramos un aliento fresco, pero el único modo real de eliminar la placa es mediante el cepillado. Si después de leer nuestros consejos crees que no te cepillas bien los dientes, pide cita en nuestra clínica dental y nuestros profesionales te asesorarán sin ningún compromiso. La revisión periódica es importante para comprobar tu salud oral.

De la técnica del cepillado y la duración del mismo dependerá tu salud bucal