Es la especialidad de la Odontología que supervisa, guía y corrige los problemas del crecimiento y la maduración de las estructuras dentofaciales.

Es de máxima importancia ya que una mala posición dental supone un factor de riesgo para el correcto mantenimiento de la higiene oral y esto puede provocar caries, enfermedad periodontal o pérdida prematura de piezas dentales. Incluso, trastornos a nivel de la ATM (articulación temporo-mandibular), lo que ocasiona dolores de cabeza, cuello, hombros y espalda.

Por supuesto, la ortodoncia tiene otra línea de actuación que es la estética dental y facial. Y podríamos citar una tercera, ya que en los últimos años varios estudios de esta disciplina se han centrado en la investigación de la vía aérea en relación a la apnea obstructiva del sueño y la roncopatía crónica.

La ortodoncia logra, asimismo, la mejor colocación posible de los dientes para llegar a una mordida adecuada.

Esta especialidad enfrenta, por tanto, problemas que van mucho más allá de la colocación individual y pormenorizada de las piezas dentarias. Además, desde hace años, no es cosa sólo de niños y adolescentes. Se ha convertido en un tratamiento muy demandado también en la etapa adulta, por salud y por estética e imagen.

La Ortodoncia más conocida:

  • Brackets convencionales: son los más antiguos y se colocan en la parte de fuera del diente.
  • Ortodoncia invisible: cada vez más demandada por comodidad, higiene y estética.
  • Ortodoncia lingual: se colocan en la parte de dentro del diente y no se ven por fuera.

Decidirse entre uno u otro dependerá del problema a corregir y de la opinión especializada del ortodoncista. Son muchos los parámetros a valorar y la comunicación entre paciente y profesional llevará a tomar la mejor solución.

El Centro Odontológico ALAIA es centro referente del sistema Invisalign. Son alineadores transparentes y extraíbles, que corrigen la posición de los dientes sin necesidad de utilizar aparatos metálicos. Son más cómodos, higiénicos y discretos. Es un sistema cada vez más demandado por nuestros pacientes, por ser garantía de éxito en niñ@s y mayores.

En cuanto a la etapa de retención, es una fase a la que no hay que restar importancia. Gracias a ella, mantendremos los resultados logrados. Los dientes tienen memoria y tenderán a volver a su posición anterior. Esto se evita con las férulas de retención que, normalmente, se llevan por las noches.

Para acabar, os apuntamos algunos beneficios que logramos tras un tratamiento de ortodoncia:

  • Menos riesgo de caries.
  • Menos riesgo de enfermedad periodontal.
  • Menos desgaste en los dientes.
  • Menos bruxismo.
  • Menos dolores de espalda, cabeza y oídos.
  • Mejor higiene oral.
  • Mejor estética y, por tanto, mayor autoestima.

¿Te has convencido ya? ¡Visítanos!

Llevar una alimentación sana y equilibrada es uno de los pilares fundamentales para una correcta salud bucodental. Y destacan, entre otros alimentos, las frutas y verduras por su alto contenido en vitaminas y nutrientes.

Hoy nos vamos a centrar en las frutas que mayores beneficios tienen para dientes y encías.

  • Las frutas llevan, en su composición, un alto contenido de agua, lo que ayuda a proteger los dientes. El agua diluye los ácidos en la boca después de comer y el acto de masticar estimula la producción de saliva. El melón, la sandía o la piña son ricos en agua.
  • La fibra, presente en la piel de las frutas, ejerce una fricción sobre la superficie de los dientes, que produce un efecto “cepillado”. Una de las frutas más ricas en fibra es la manzana.
  • El flúor contribuye a la remineralización del esmalte dental, aumenta su resistencia y controla la actividad bacteriana. Añade a tu dieta las cerezas, ricas en flúor.
  • El fósforo, como el calcio, ayuda a la formación de la estructura de los dientes. Aquí citamos el plátano y los frutos secos.
  • En el apartado de las vitaminas, la A tiene una acción antioxidante. Previene el envejecimiento y el deterioro de los tejidos de la boca. Ayuda a mantener la hidratación de las mucosas, protegiendo frente a la caries. El melocotón y el melón tienen grandes dosis de vitamina A.
  • La vitamina C ayuda a mantener la salud gingival ya que potencia la cicatrización y reparación de las encías. Naranja, limón, pomelo y kiwi son frutas con alto contenido en esta vitamina. También la frambuesa y otros frutos rojos como los arándanos, que además ayudan a la absorción de hierro.
  • Las fresas son una fruta rica en xilitol, un polialcohol que evita la desminaralización producida por la disminución del pH de nuestra boca. Esta sustancia ataca a las bacterias que forman la placa dental y estimula la circulación sanguínea en las encías.
  • Hay una fruta que será nuestra gran aliada a la hora de mantener una sonrisa bonita, ya que tiene efecto blanqueador natural: la uva.

Mantener unos buenos hábitos de alimentación nos ayudará a conservar nuestra salud bucodental. Recomendamos el consumo de fruta de temporada que, además, tendrá mejor precio.

Luce una sonrisa bonita, sana y fuerte gracias a la fruta

Hablar de salud es hablar de calidad de vida. De ahí, la importancia de las revisiones dentales preventivas. No se puede acudir al dentista sólo cuando exista un dolor o molestia. Hay una serie de patologías que, en sus inicios, no presentan ningún síntoma ni son perceptibles. Por ejemplo, la caries dental. Si la eliminamos en su etapa incipiente, al ser diagnosticada a tiempo, podremos evitar tratamientos más agresivos y costosos.

No podemos (ni debemos) conformarnos con la higiene bucal diaria. La revisión dental consiste en un examen intraoral de los dientes, encías y tejidos blandos para identificar y/o descartar a tiempo algún problema bucodental. La periodicidad depende de cada persona y será pautada por el especialista.

En el Centro Odontológico ALAIA aprovecharemos tu visita para darte buenos consejos, además de manera personalizada. En las revisiones infantiles, les enseñamos a cepillarse mejor y a crear ese hábito de cuidarse la boca. Son revisiones muy importantes y deben ser más frecuentes, ya que su boca cambia continuamente. Los dientes de leche también deben tratarse. Son necesarios para funciones tan importantes como hablar y masticar. Además de mantener el espacio para los dientes definitivos. 

No nos olvidamos de las encías. Hay personas que presentan una enfermedad periodontal y no son conscientes de ello. Con una exploración, se diagnostica y se puede proceder a realizar el tratamiento que cada paciente precise.

Podemos añadir una exploración radiográfica. Mediante la ortopantomografía se visualizan muchas patologías, imperceptibles a simple vista. Es una herramienta extraordinaria para el diagnóstico precoz. Expone al paciente a una menor radiación y, además, su almacenamiento no se deteriora con el paso del tiempo.

La revisión puede ser un buen momento para llevar a cabo una limpieza bucodental profesional. Nos permitirá eliminar la placa acumulada en nuestra boca y evitaremos así la gingivitis, enfermedades en encías o incluso la pérdida de piezas dentales.

En caso de tener una prótesis dental, las revisiones son una oportunidad para realizar también aquí una limpieza profesional que las conserve en estado óptimo. Lo mismo ocurre con los implantes. Comprobaremos que están en perfectas condiciones.

Queremos acabar con un dato muy significativo que aporta el Consejo General de Dentistas. El 85 por ciento de los casos de cáncer oral se diagnostican de forma tardía, con las gravísimas consecuencias que esto conlleva. Una detección precoz de ésta y otras enfermedades es vital para aumentar las posibilidades de curación. De ahí, lo importante que es realizar, al menos, una revisión anual con nuestro dentista.

No olvides tus revisiones. Nuestro objetivo es conservar tu sonrisa en el mejor estado posible.

¡Mejor prevenir que curar!

La Odontología, como rama de la medicina, juega un papel crucial en el cuidado de la salud.

La historia de esta especialidad se remonta al año 7.000 aC, en la civilización ubicada en el valle del Indo (la actual Pakistán). Hay estudios que evidencian que en aquella época había artesanos que usaron una especie de taladro hecho con cabezas de sílex para quitar el esmalte y tejido dental podrido. Fue un procedimiento sorprendentemente efectivo.

Los médicos egipcios fueron los primeros “dentistas”, hacia el año 3.000 aC. Incrustaban piedras preciosas en los dientes para decorar y sujetar las piezas. Etruscos y fenicios utilizaron alambres de oro, el marfil y las conchas de mar para la sujeción entre dientes.

Las excavaciones arqueológicas han demostrado que utilizaban como cepillos para la higiene oral palos de mascar, ramas de árboles, plumas de pájaros o huesos de animales. La primera “pasta de dientes” también tiene sello egipcio y estaba elaborada con polvo de sal, pimienta, hojas de menta, flores y cáscara de huevo.

En el siglo VI aC nacen las primeras escuelas médicas en Grecia. Los filósofos Hipócrates y Aristóteles destacaron por señalar el uso del alambre caliente para tratar enfermedades bucodentales. También estudiaron la extracción dental y la posibilidad de tratar fracturas maxilares.

Destacamos también en el siglo I dC la figura de Galeno de Pérgamo, que algunos consideran como el primero que recomendó “lavarse los dientes”, frotándolos con una piedra abrasiva después de cada comida.

Entre el período de conocimiento griego y la Edad Media, fueron los árabes los que más avanzaron en el estudio de esta disciplina. Los califas de Bagdad tradujeron los escritos de Galeno y Aristóteles y desarrollaron muchas técnicas que, posteriormente, fueron adoptadas en Europa.

Avanzado el tiempo, en el continente europeo apareció la figura de los barberos-cirujanos, cuyo número aumentó considerablemente a partir del siglo XIII. Se ocupaban del sangrado, los enemas, las ventosas y la extracción de dientes.

Una idea más cercana a lo que hoy es la profesión de dentista la tenemos en el siglo XVIII, unida a un nombre: Pierre Fauchard de Francia, conocido como el padre de la Odontología moderna.

Cuando tenía 15 años, inició su entrenamiento quirúrgico en la Marina francesa. Estudió, sobre todo, las enfermedades de la boca ya que estuvo expuesto a varias de ellas durante su estancia en alta mar. Cuando dejó la Marina, comenzó a trabajar como dentista profesional en Francia y se ganó una prometedora reputación como cirujano. Redactó su propio tratado sobre los fundamentos de la Odontología, donde sentaba las bases científicas para el futuro de nuestra profesión.

A partir del siglo XIX, la tecnología dental avanzó rápidamente. Se lograron avances muy importantes, sobre todo, en el desarrollo de prótesis y materiales. También en los estudios de esta ciencia de la salud. En 1840, en Baltimore (USA), nació el título de “Doctor en Cirugía Dental”.

En la segunda mitad del siglo XX, los avances no tienen freno: los dientes de repuesto de porcelana, el hilo dental de seda, novedosos procedimientos quirúrgicos y descripciones anatómicas o nuevos materiales.

Se avanzó en implantología, en ortodoncia, radiografía dental, la anestesia oral, conocimos la primera silla dental totalmente reclinable o el cepillo dental eléctrico, entre otros.

Como podemos ver, la historia de la Odontología ha recorrido un largo camino desde que se utilizó el primer y rudimentario taladro dental hace miles de años. Pero le queda mucho más trayecto para recorrer. Estamos seguros de que, de aquí a unos años, la ciencia y la tecnología nos deparan muchas sorpresas en nuestra profesión. Avances a los que ALAIA se sumará ya que nos permitirán mejorar la salud bucodental de todos nuestros pacientes.

¡Orgullosos de nuestra profesión!