¿CÓMO CUIDAMOS LAS ENCÍAS SENSIBLES?

Si tenemos que hacer un gesto de dolor al consumir alimentos muy fríos o muy calientes o si nos cuesta cepillarnos o pasar la seda dental, es muy probable que nuestros dientes sean sensibles y debamos tratarlos con especial delicadeza.

La sensibilidad de las encías resulta de la inflamación de éstas. La primera etapa de esa inflamación se denomina gingivitis, la cual puede progresar a periodontitis, si no se trata. Es posible que genere un ligero sangrado, incluso en las fases iniciales.

Las causas de la sensibilidad son variadas: desde la existencia de caries dental, dientes partidos, enfermedad de las encías, esmalte o empastes desgastados hasta raíz dental expuesta.

También puede asociarse con cambios hormonales, como en mujeres embarazadas. Tras una limpieza profesional o un tratamiento blanqueador, puede notarse cierta sensibilidad, aunque irá desapareciendo con el tiempo. Por otro lado, las personas diabéticas son más propensas a padecer este problema, así como las que deben tomar algunos fármacos.

Cuando la dentina pierde su cobertura protectora de esmalte o cemento, los túbulos microscópicos que contiene permiten que el calor, el frío o alimentos ácidos o pegajosos alcancen los nervios y las células existentes en el interior del diente. El resultado es la hipersensibilidad.

Los dientes sensibles pueden tratarse y ese tratamiento dependerá del origen del problema.

Hay pastas dentífricas que ayudan con la sensibilidad dental: contienen compuestos que ayudan a bloquear la transmisión de sensaciones desde la superficie del diente al nervio. Pero son necesarios varios usos antes de notar mejoría.

El gel fluorado es una técnica que se realiza en consulta y que fortalece el esmalte del diente y evita o minimiza las sensaciones.

Por otro lado, si corregimos un defecto dental o caries (que provoca la sensibilidad) con una corona o empaste, lograremos mejorar el problema. Si lo que se ha perdido es tejido de las encías en la raíz, nos hará falta injerto de encía quirúrgico para proteger esa zona y reducir la sensibilidad.

Si ésta es grave y persistente y no nos queda más remedio, el dentista recomendará la realización de una endodoncia (conocido popularmente como “matar el nervio”) para eliminar el problema.

En cuanto a los consejos de higiene bucal para este tipo de encías, os apuntamos los siguientes:

-Cuando se realice el cepillado, hay que hacerlo con un masaje suave en la parte de la encía.

-Utilizar un cepillo de cerdas finas y suaves.

-No masticar chicle.

-Utilizar irrigadores e hilo dental específicos para personas con encías sensibles.

-Recomendamos enjuagues bucales con clorhexidina.

-Añadiremos un plus de vitamina C en nuestra dieta, ya que ayuda a reparar los tejidos dañados de las encías.

Si notas los dientes más sensibles, con un dolor afilado o punzante, te recomendamos que llames a ALAIA. Nuestro equipo profesional te examinará y determinará el origen del problema. Le pondremos pronto solución. No lo demores.

¡Cuida tus encías!