La mayoría de los microbios que viven de manera habitual en nuestro cuerpo son inofensivos, tanto bacterias como hongos. Sin embargo, cuando se produce un desequilibrio y hay una infección, llegan los problemas. La candidiasis oral aparece cuando las condiciones de la boca permiten el crecimiento descontrolado de un hongo llamado cándida y el sistema inmunológico no logra evitar esa alteración. Afecta a la lengua y a las paredes de la cavidad bucal. Esto puede ocurrir por una mala salud general, cuando se recibe quimioterapia o medicamentos que debilitan el sistema inmunitario, si se padece diabetes mellitus y niveles altos de azúcar en la sangre u otras enfermedades, como el sida.

En cuanto a los síntomas de la candidiasis, los más habituales son: dolor de garganta y dolor al tragar, sensación de quemazón en la zona de la lengua y aparición de lesiones blanquecinas en el interior de la cavidad oral. En los bebés, pueden aparecer puntitos blancos en la boca, en ocasiones acompañados de lloro frecuente y problemas para comer. 

La candidiasis oral no es contagiosa y puede curarse. En cuanto al tratamiento, su objetivo será siempre detener la propagación rápida del hongo cándida y se llevará a cabo con medicamento antifúngicos, es decir, aquellas sustancias que tienen la capacidad de evitar el crecimiento de algún tipo de hongo. Suelen ser efectivos, pero si el sistema inmunitario está débil, la patología puede reaparecer o causar problemas más severos. Es importante tratar la infección para que no se extienda a otras partes del cuerpo, como la garganta o el esófago.

Tenemos algunas sugerencias que pueden ayudarte durante un brote de candidiasis oral:

-Mantén una buena limpieza bucal. Reemplaza el cepillo de dientes con mayor frecuencia hasta que la infección desaparezca. 

-Realiza una correcta higiene de la prótesis removible, en caso de tener una.

-Prueba con enjuagues de agua tibia salada.

-Consume habitualmente yogures o preparados que contengan lactobacillus, especialmente si tomas antibióticos. Te ayudarán a recomponer el equilibrio de la flora bacteriana. 

-Evita hábitos perjudiciales como fumar, morderte las uñas o los labios. 

Protege tu boca, es un escudo para el resto del organismo.

La pérdida de un diente es un problema común en la edad adulta. Las causas pueden ser diversas: desde algún tipo de traumatismo hasta una complicación derivada de enfermedades como la caries o la periodontitis. 

Una boca sana tiene un equilibrio perfecto en el que cada pieza dental cumple su función, al igual que los tejidos duros y blandos o el hueso y las encías. Cuando perdemos un diente ese equilibrio se rompe y nuestra dentadura comienza a deteriorarse. Por eso, siempre insistimos en la importancia de reponer todas las piezas dentales. 

La falta de un diente afecta no sólo a la funcionalidad de la boca. También a la estética e imagen de las personas, algo de vital importancia en la sociedad actual. Además, no sustituir el diente perdido cuanto antes hace que se pierda hueso maxilar y la encía se pueda retraer. Por otro lado, como ya sabemos, la salud de nuestra boca está directamente relacionada con la salud general. La ausencia de piezas dentales afecta a la función masticatoria y ocasiona problemas digestivos, ya que los alimentos no se trituran correctamente. Por todo esto, es importante acudir a una clínica de confianza y consultar al especialista la opción más adecuada para cada caso.

En el Centro Odontológico ALAIA aportamos soluciones, que llegan de la mano de los implantes dentales o las prótesis, que se adaptan de manera personalizada. 

El implante suele ser la mejor opción para reemplazar uno o varios dientes. Al colocarlo, desempeñará la función de la raíz de la pieza ausente y, sobre él, se colocará una corona o prótesis dental que reemplazará al diente. El resultado es una pieza artificial con un aspecto natural y similar a la dentadura del paciente. 

En función del estado en el que se encuentren el resto de los dientes, otras soluciones pueden ser los puentes o las prótesis removibles.

Los especialistas en Implantología Oral de ALAIA pueden ayudarte a elegir el mejor tratamiento para tu caso.

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Si hay un campo dentro de la Odontología que ha evolucionado de manera singular estos últimos años es el de la ortodoncia. Existe una gran variedad de opciones para alinear tu sonrisa: desde la tradicional, con brackets, hasta las fórmulas más innovadoras, como el sistema de alineadores transparentes de la ortodoncia invisible, cada vez más demandado. 

Si vas a comenzar tu tratamiento, sea con un sistema u otro, algo que hay que tener bien presente es que antes se debe realizar una revisión dental completa para asegurarse de que la boca se encuentra sana y sin ningún problema.

Posteriormente, se necesita un pequeño período de adaptación. Lacavidad oral se pone en contacto con nuevos elementos, a los que se irá acostumbrando poco a poco, de manera progresiva. Por ello, los primeros días es normal experimentar algunas molestias. 

Si tu ortodoncia es de brackets, para evitar el roce del metal con las mucosas y la aparición de posibles heridas, será de gran utilidad la aplicación de cera para ortodoncia. También hay pomadas con ácido hialurónico que aceleran el proceso de cicatrización. En el caso de los alineadores transparentes, seguramente no aparecerán llagas ni heridas, ya que el sistema prescinde de elementos metálicos. Sí es posible notar una mayor sensibilidad dental durante los primeros días, algo que se podrá combatir fácilmente con analgésicos. 

Durante un tratamiento con ortodoncia, debe extremarse la higiene bucodental. Además, hay que evitar alimentos pegajosos que puedan quedar atrapados en la aparatología. Seguramente, será necesario cambiar o eliminar algunos hábitos: por ejemplo, no se podrá mascar chicle ni abusar de los productos muy azucarados, para evitar la aparición de caries. Por último, es fundamental respetar el calendario de visitas acordado con el especialista.

La ortodoncia no tiene edad recomendable. Cualquier momento es bueno para corregir tus problemas de alineación dental. Lógicamente, cuanto más joven sea el paciente, los resultados se lograrán antes. Algo prioritario es ponerse en manos de un buen profesional, que te aconsejará los pasos a seguir y te ayudará ante cualquier duda que pueda surgir.

Será ese profesional quien recomiende, previo estudio y análisis, sobre el tratamiento de ortodoncia que más interese en cada caso. También establecerá, aproximadamente, el tiempo que durará todo el proceso. En muchas ocasiones, no es cuestión únicamente de preferencias o de presupuestos, sino de las opciones reales de cada paciente.

El Centro Odontológico ALAIA es clínica especializada en ortodoncia. Solicita información sin ningún compromiso. Te aconsejaremos. Somos referente en el sistema Invisalign.

Invierte en tu sonrisa.

Ya es casi una costumbre acordarse de la salud cuando, cada 22 de diciembre, la lotería navideña pasa de largo por nuestra puerta. 

Y si nos preocupamos durante todo el año de nuestro bienestar, ya tenemos prácticamente el boleto ganador en lo que al apartado más importante de la vida se refiere. 

Según la Encuesta Europea de Salud, en nuestro país casi un 80 por ciento de los hombres y un 72 por ciento de las mujeres mayores de 15 años se sienten afortunad@s en este sentido, valorando su estado general como muy bueno o bueno. 

El cuidado de la salud, además, abarca diversos ámbitos relacionados con la calidad de vida de las personas. No sólo depende del bienestar físico, sino también mental, pues la armonía entre cuerpo y mente es fundamental para la felicidad humana. Es por esto que, todo aquel que aspira a tener una vida sana y plena, debe enfocarse en su bienestar integral.

Se trata de una condición que, además, no se alcanza por sí sola y requiere de cierto esfuerzo y voluntad. Es necesario alejar los malos hábitos como fumar y beber en exceso. También es fundamental alimentarse de forma adecuada y llevar una vida activa. Como antes hemos reseñado, no nos olvidemos del bienestar emocional, psicológico y social.

En pocos días, el “Gordo” estará en el aire, y todo el país en vilo ante un sueño con mínimas probabilidades…pero la ilusión y la esperanza, ante todo. La idea de la salud volverá a presentarse en nuestra mente para recordarnos la esencia de nuestro día a día. El próximo año pasaremos, una vez más, por la Administración de Lotería porque las tradiciones también son saludables y nos recuerdan que de esa manera nuestro corazón se llena de felicidad. 

La salud, lo primero.

La herencia genética de nuestra familia no sólo se traduce en el color de los ojos o la estatura, también se manifiesta en la salud bucodental que vayamos a tener. La forma de la cavidad bucal, la disposición y el tamaño de los dientes o ciertas patologías están directamente relacionadas con nuestros progenitores. 

Esta información hereditaria no se puede modificar, porque es parte del material genético de cada persona. En cambio, sí es posible indagar sobre ello con el objetivo de actuar a tiempo, antes de que los problemas de herencia dental den la cara. 

Las características físicas que nos trasmiten los padres pueden determinar: el tamaño y forma de los dientes, la calidad del esmalte, malformaciones en los tejidos y la colocación de las piezas dentarias, labio leporino e, incluso, dientes supernumerarios o la ausencia de éstos. Se hereda lo que se denomina dentinogénesis, es decir, dientes decolorados o translúcidos, por no generarse bien la dentina. La composición de la saliva y el Ph de la boca tienen su origen en los genes y esto, a su vez, influirá en la salud oral.

La enfermedad periodontal también está ligada a factores genéticos. Varios estudios han demostrado que existe una mutación genética que aumenta el riesgo de sufrir esta patología en un 70 por ciento. Aunque otras causas hereditarias, como un organismo bajo de defensas, también pueden colaborar en la aparición de periodontitis. Gracias a los avances científicos, se ha podido demostrar que las formas más severas de enfermedad periodontal solamente se dan en personas que disponen de esa carga genética. Esto nos lleva a destacar la importancia del diagnóstico precoz.

En cuanto a los problemas de apiñamiento dental o malformaciones bucodentales, con una influencia genética directa, cuanto antes comiencen los niñ@s a hacer sus correspondientes visitas al dentista, mayores serán las opciones para detectar y tratar correctamente estos trastornos. 

También hay que señalar que, aunque la predisposición genética de cada individuo juegue un papel importante en la salud oral, no mantener unos hábitos higiénicos y dietéticos saludables puede dar al traste con la herencia recibida, si era satisfactoria, o empeorar el legado, si era frágil. Por ello, acudir al odontólogo resulta vital. Si, además, padres e hij@s comparten consulta, será más sencillo conocer y detectar prematuramente las patologías familiares congénitas. 

Y la mejor herencia será siempre fomentar unos buenos hábitos de higiene dental. Desde la infancia, tenemos a nuestros mayores como el mejor ejemplo a seguir.

Salud y herencia dental, dos términos que van de la mano.

La medicina regenerativa tiene como objetivo utilizar los propios recursos de nuestro organismo para regenerar tejidos y recuperar funciones dañadas. 

De esta premisa parte el tratamiento con plasma rico en factores de crecimiento que se ha utilizado, no sólo en Odontología, sino también en especialidades como la Traumatología, Dermatología, Oftalmología o Medicina Estética, entre otras. A través de esta técnica, es posible aislar, concentrar y extraer de la sangre proteínas que desempeñan una función esencial en los procesos de reparación de los tejidos. Es decir, ayudan al cuerpo a curarse por sí mismo. Estas proteínas son los factores de crecimiento. Unatecnología que ha supuesto una revolución en el campo de la Odontología, ya que permite ofrecer soluciones mínimamente invasivas, personalizadas y seguras. 

Es un tratamiento fundamental en Implantología Oral ya que supone una reparación natural de los tejidos dañados. Se estimula el proceso de cicatrización y se acelera la integración del implante en el hueso. Además, disminuye la inflamación y el dolor. 

Los implantes humectados con plasma rico en factores de crecimiento tienen una estabilidad más alta, se reduce el riesgo de complicaciones postquirúrgicas y también se reducen las molestias. A veces, incluso puede utilizarse para generar nuevo hueso en casos complejos. 

Las aplicaciones terapéuticas más comunes son: las extracciones dentales, los procesos implantológicos, pacientes con pérdida de hueso y tratamientos de defectos periodontales. 

El Centro Odontológico Alaia te ofrece esta posibilidad gracias a sus profesionales cualificados, con una amplia experiencia. Contamos con el equipamiento y la formación específica para la aplicación de esta tecnología.

Investigación y vanguardia en los tratamientos dentales.

Un curetaje o raspado dental es una limpieza profunda de la boca realizada por un dentista o higienista. El objetivo es limpiar la placa dental, los depósitos y el sarro que se acumulan continuamente en las superficies de los dientes. Ayuda a prevenir los problemas de salud bucodental, como caries, encías enfermas o patologías alveolares. 

Suelen realizarse, principalmente, en la parte superior de las piezas dentales y en la raíz, donde la placa y el sarro se unen y forman una base de acumulación de bacterias. El procedimiento se realiza con anestesia local, para minimizar el dolor y las molestias. Se denomina así ya que los raspados se realizan con unos instrumentos metálicos llamados curetas.

Este tratamiento se llevará a cabo si hay una indicación clínica, es decir, el dentista considera que hay daño dentario profundo, enfermedad periodontal activa, caries profundas o si hay tejido biológicamente activo alrededor de un diente afectado. Es muy probable que se plantee una radiografía para evaluar la extensión del daño.

El curetaje es un tratamiento con una recuperación rápida. A posteriori, el especialista le trasladará al paciente una serie de cuidados y recomendaciones adicionales, como el uso de un cepillo con cerdas suaves, seda dental y enjuagues bucales. 

Puede surgirnos una duda: ¿qué diferencia hay entre el curetaje y una higiene dental tradicional en Clínica? El primero intenta solucionar un problema grave, como la periodontitis y la recesión gingival. El segundo, en cambio, se hace de forma periódica con un objetivo de prevención. El curetaje es un tratamiento más intensivo y se realiza por debajo de la encía, cuando la placa bacteriana ha llegado hasta la raíz del diente. La limpieza bucodental es una técnica no invasiva, que elimina el sarro adherido a la superficie del diente, a nivel del margen de las encías, para evitar así que se acumule. 

El curetaje dental logra muchas mejoras: es más difícil que las bacterias y la placa se adhieran a las superficies limpias de los dientes, baja la inflamación de las encías y éstas se unen con más intensidad a las superficies tratadas de las raíces dentales. 

Y, precisamente, la mejor manera de prevenir un curetaje dental es mantener una buena higiene oral, así como acudir al dentista, al menos, una vez al año para el correspondiente examen bucodental. Además, se valorarán tratamientos previos a esta técnica (como recetar antibióticos o realizar una limpieza en consulta) antes de decidir este procedimiento. 

Ponte en buenas manos. Consulta a nuestros especialistas.

Hasta los seis años, la tarea del cepillado debe estar bajo la supervisión de un adulto. También dependerá de su grado de autonomía. De esta manera, confirmaremos que se hace de forma correcta. 

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de un 60 por ciento de los escolares tiene caries, una de las enfermedades más frecuentes entre la población infantil. Por ello, se les considera uno de los grupos de mayor riesgo. Las visitas al dentista deben comenzar cuando haya cumplido los dos años o si ya tiene todos los dientes temporales. De esta manera, se podrá controlar el crecimiento y desarrollo de sus piezas dentales y el odontólogo podrá darle los primeros consejos a seguir. 

El cepillado infantil, al igual que el adulto, no debe durar menos de dos minutos, para eliminar toda la placa bacteriana. La higiene oral más importante es la de la noche, ya que evita que el esmalte de los dientes se deteriore por la acumulación de placa. Además, durante las horas de sueño, hay un cambio de Ph en la saliva que favorece la actividad bacteriana y, con ello, la aparición de caries.Es también importante asegurarnos de que limpian todas las caras o superficies del diente y no se olvidan de la lengua. 

Se debe utilizar una pasta dentífrica y enjuague específicos para ell@s. Estos productos contienen las dosis adecuadas de flúor para su edad y no perjudican su salud. En cuanto al cepillo infantil, debe tener un cabezal pequeño, con filamentos suaves y de punta redondeada. Es importante renovarlo cada tres o cuatro meses y, sobre todo, después de pasar por una gripe o resfriado. Los cepillos eléctricos, homologados y diseñados para los más pequeñ@s son también una buena opción, especialmente cuando comienza la erupción de las piezas permanentes. A partir de los 12 años, con todos los dientes definitivos en la boca y con una cavidad oral de un tamaño similar a la del adulto, podrá empezar a utilizar cepillos como los nuestros. El uso de colutorios debe retrasarse hasta los 5 años o, realmente, cuando sepa escupir y sea capaz de utilizarlos sin deglutir el contenido.

En cuanto a la alimentación, debe ser sana y equilibrada. No es necesario eliminar los dulces de la dieta del niñ@, pero sí limitar su consumo e indicarle que debe cepillarse los dientes después de ingerirlos.  

La labor educativa de los padres es esencial en el cuidado de la salud. Además, hay que servir de ejemplo y motivación, manteniendo una correcta y diaria higiene oral. Al acostumbrarles a una limpieza suave y a pasar el hilo dental, se creará un hábito o patrón de cuidados que los acompañará el resto de sus vidas. 

El resultado de estos cuidados será una maravillosa y tierna sonrisa.

Se trata de una afección crónica inflamatoria que afecta directamente a las mucosas orales, es decir, lengua, interior de la mejilla, paladar y suelo de la boca. Esta patología no es infecciosa y tampoco contagia, pero sí es molesta. Al tratarse de una enfermedad crónica, el paciente puede sufrir brotes de reactivación.

Se presenta como manchas rojas y abultadas, manchas blancas, inflamación de las encías o llagas. En cuanto a las molestias, podemos notar ardor, sensibilidad a ciertos alimentos calientes o picantes, irritación y sangrado durante el cepillado o problemas en la deglución o incluso el habla. 

Para hacer un diagnóstico seguro, el dentista realizará una inspección visual de la cavidad oral. En muchas ocasiones, con ese examen previo ya se puede hablar de liquen plano oral, pero si hay dudas, el especialista planteará realizar una biopsia. Se trata de un procedimiento que extrae una muestra de tejido para examinarlo en un laboratorio especializado en anatomía patológica.

Lo cierto es que se desconoce la causa exacta de esta enfermedad. Algunos expertos creen que debe su origen a un desorden inmunológico de tipo genético. El sistema inmunitario atacaría las células de la mucosa oral, pero no se sabe el porqué. Lo que sí está probado es que las mujeres presentan una mayor prevalencia de esta enfermedad. Otros estudiosos hablan de diversos desencadenantes como alteraciones del sistema nervioso, alergias o deficiencia de nutrientes. Lo que está claro es que hacen falta más estudios que aporten información científica.

Hay algunos factores de riesgo como el tabaquismo o el alcohol, una alimentación con mucho azúcar o excesivamente ácida, algunos medicamentos o padecer enfermedades sistémicas, como la diabetes. Los síntomas también pueden agravarse con el estrés del día a día. En cuanto al tratamiento, no existe uno que logre eliminarlo de manera definitiva ya que, como hemos citado, se trata de una patología crónica. Hay medicación para los síntomas más graves que logran aliviar el dolor o reducir la inflamación. 

Es importante acudir al especialista ante cualquier mancha en la boca. Estas lesiones pueden ir aumentando de tamaño y, en algunos casos, podrían derivar en un carcinoma escamoso o cáncer en la cavidad oral. Aunque es un riesgo bajo, conviene realizar un seguimiento para mayor tranquilidad. 

Actúa a tiempo para no condicionar tu día a día.

A pesar de que una extracción dental es un proceso bastante común y generalizado, no deja de ser una intervención que hay que llevar a cabo con el máximo cuidado y rigor. Tan importante es elegir un buen profesional, en un entorno seguro, como seguir las recomendaciones para los cuidados posteriores. Así, lograremos una mejor y más rápida recuperación. 

Un tratamiento dental, que incluye la extracción de cualquier pieza, implica una agresión para la encía y el alveolo. Si bien el proceso es ambulatorio, la complejidad depende de cada caso. No es igual la recuperación tras la extracción de una muela del juicio que está dentro de la encía, que una muela que ha crecido libremente u otra que oculta un absceso. 

Durante las primeras 24 horas después de la intervención, es normal que la zona se encuentre sensible. Hay algunos consejos generales que nos pueden ayudar: 

-Morder la gasa compresiva que te ha colocado el dentista, al menos, durante 1 hora. 

-No enjuagar la boca. Limpiar el exceso de saliva o sangre con una gasa estéril.

-Aplicar hielo para reducir la inflamación.

-Dormir con la cabeza lo más incorporada posible.

-Relajarse y guardar reposo.

-Tomar los antibióticos que recete el dentista.

-Seguir una dieta blanda. 

-No fumar ni tomar alcohol.

Mantener una correcta higiene oral es muy importante para favorecer la cicatrización de la zona. Como durante las primeras 24 horas tras la extracción no se pueden hacer enjuagues, es vital mantenerse hidratado y beber agua. A partir de las 24 horas, se podrá hacer un enjuague suave con agua tibia con sal y un cepillado de los dientes con relativa normalidad. Hay que emplear un cepillo con las cerdas suaves y realizar movimientos pausados, no agresivos. No cepillar directamente la zona del alveolo, para evitar romper el coágulo. Y no hay que olvidarse de la lengua. El sangrado y la placa también se acumulan en esta zona y pueden generar mal aliento. Los siguientes días se podrá comenzar a usar colutorios de clorhexidina para contribuir a la higiene bucal.

Si se siguen estas recomendaciones durante las primeras 24 horas después de la extracción dental, seguramente no habrá problemas y las molestias remitirán pronto.

El tejido de la encía sanará en unas tres o cuatro semanas. No dudes en contactar con tu odontólogo si existe un sangrado muy persistente o notas la zona entumecida o con dolor fuerte. 


Nuestro equipo de profesionales te marcará las pautas a seguir.