Recesión gingival

Es un problema común de salud bucodental que puede afectar negativamente a la calidad de vida de quienes lo padecen. Se caracteriza por una retracción de la encía de su zona habitual, dejando expuesta una parte de la raíz.

El 72 por ciento de los adultos mayores presenta recesión gingival, según datos del Consejo General de Dentistas. No sólo tiene un impacto estético, sino que también puede tener consecuencias significativas para la salud. Estos pacientes desarrollan sensibilidad dental y son más propensos a la caries debido a la exposición de las raíces dentales. 

En cuanto a las causas de la retracción de las encías pueden ser varias: 

-La edad: es más frecuente a partir de los 40 años.

-Cepillado agresivo o incorrecto: unas cerdas muy duras o movimientos bruscos pueden desgastar el tejido gingival. 

-Maloclusión y dientes no alineados: lo que aumenta la presión sobre las encías, favoreciendo su retracción.

-Enfermedad periodontal: es el primer motivo en los adultos mayores.

-Prótesis mal ajustada: puede generar inflamación crónica y recesión de las encías.

-Apretar o rechinar los dientes (bruxismo): al generarse demasiada fuerza en encías y hueso.

-Factores genéticos: puede existir una predisposición hereditaria.

-Cambios hormonales: en la pubertad, el embarazo o la menopausia, las encías se sensibilizan y se vuelven más vulnerables y propensas a la retracción.

-Tabaquismo: la recesión gingival es una de las primeras alteraciones periodontales que aparecen en el fumador. 

En cuanto al tratamiento, una vez que la encía se ha retraído es muy difícil que regrese a su posición original, salvo en casos muy leves e iniciales. En casos más avanzados, será preciso recurrir a la llamada cirugía mucogingival para reparar y cubrir las áreas afectadas. Los procedimientos más habituales en estos casos son los injertos. La prevención y el tratamiento adecuado en fases tempranas son fundamentales para evitar complicaciones en el futuro. 

Si has notado cambios en tus encías, consúltanos.