¿Para qué se usa la clorhexidina?
Se trata de un desinfectante oral con propiedades antisépticas, que destaca como agente bactericida y fungicida y es ampliamente utilizado en Odontología para prevenir infecciones y preservar la salud bucodental de l@s pacientes.
La clorhexidina aparece en la lista de medicamentos catalogados como esenciales por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Disminuye la cantidad de bacterias en la boca, ayudando a reducir la hinchazón y el enrojecimiento de las encías (gingivitis). Se aplica por vía tópica, por eso, suele encontrarse en colutorios, geles y pastas dentales, aunque también puede administrarse en spray o jabón.
Se utiliza en tratamientos de cirugía general y de Odontología en particular, como la endodoncia o el tratamiento de la periodontitis. Los dentistas también utilizan esta sustancia en cirugías, extracciones o tras colocar un implante, ya que ayuda a que el riesgo de infección sea menor.
En situaciones donde se presentan lesiones en la mucosa oral, como aftas o heridas, un enjuague bucal con clorhexidina tiene un papel muy beneficioso. Proporciona desinfección localizada, favoreciendo la cicatrización y regeneración del tejido afectado.
Lo más importante a la hora de usar la clorhexidina es que debe ser prescrita por un odontólogo y hay que respetar la dosis y el tiempo de uso que éste establezca. Normalmente, hay que realizar un enjuague durante al menos 30 segundos y dos veces al día, después de cepillarse los dientes. El tratamiento durará alrededor de 15 días seguidos, para prevenir la aparición de tinciones en la dentadura (un posible efecto adverso de esta sustancia si no se utiliza bien). Si, aún y todo, aparece alguna mancha, tiene solución con una limpieza profesional en Clínica. A veces, también afecta al sentido del gusto.
Debemos aplicar la clorhexidina directamente en la cavidad oral y sin rebajarla con agua, ya que los colutorios vienen preparados con las proporciones adecuadas para ser efectivos. Es muy importante no tragar esta sustancia, por eso, está contraindicado en niñ@smenores de 6 años. Después de la aplicación, se recomienda esperar al menos una hora antes de consumir alimentos o bebidas. El efecto antiséptico perdura alrededor de diez horas, ofreciendo una protección continua durante ese período.
Pero recuerda: nunca debe utilizarse sin control profesional.