Supernumerarios

Los dientes supernumerarios rompen el esquema numérico de la dentición normal. No tendrían que haber crecido y aumentan el número de piezas que forman la dentadura. Esta patología oral, denominada hiperdoncia, normalmente no produce síntomas y suele detectarse casualmente al realizar una radiografía rutinaria o en una exploración por parte del especialista. 

El porqué de su formación es una cuestión para la que todavía no hay una respuesta clara, aunque se maneja la hipótesis de que se trate de un problema de índole hereditaria. En el 90 por ciento de los casos, estos dientes se sitúan en el maxilar superior y de forma habitual en la zona central, entre los incisivos y los caninos. 

Muchos dientes supernumerarios nunca entran en erupción, pero pueden afectar al desarrollo de la dentición o causar problemas de oclusión. Suelen ser microdónticos, es decir, más pequeños de lo normal. Sus formas, a su vez, pueden ser diversas. En caso de que tengan una forma y tamaño similar a un diente normal, reciben el nombre de suplementarios. 

El retraso en la erupción de los dientes permanentes, la formación de quistes en los folículos dentales que no han podido desarrollarse o problemas de oclusión, son señales que nos pueden llevar a sospechar de la existencia de un supernumerario. 

Una vez evaluado el caso, la extracción o no dependerá de la situación que se esté generando: si no deja que salga el diente definitivo, impide que alguno de los adyacentes pueda colocarse correctamente o no permite la realización de una correcta higiene oral. 

En caso de que el especialista decida extraer, se trata de una intervención quirúrgica que se realiza con anestesia local. Se plantea como un tratamiento integral. Es decir, no sólo extraemos el diente, sino que buscamos una solución para toda la sonrisa. Muchas veces será necesaria la consulta a nuestro ortodoncista, que puede considerar oportuno un tratamiento de ortodoncia para colocar aquellos dientes que han visto alterada su posición a causa del supernumerario. 

El número de dientes común es de 20 durante la dentición temporal y 32 en la dentición permanente (en los casos en que erupcionan las cuatro “muelas del juicio”).

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