Los dentistas en los equipos oncológicos

La Odontología oncológica trabaja en tres ámbitos diferentes. Por un lado, la prevención, con el diagnóstico precoz de lesiones sospechosas de malignidad en las revisiones periódicas. En segundo lugar, durante los tratamientos oncológicos, aportando medidas que minimicen las molestias y complicaciones que éstos pueden acarrear. Y, por último, al concluir esos tratamientos, trabajando en la rehabilitación y recuperación de la funcionalidad y la estética dental, que permitan a los pacientes tener una mejor calidad de vida. 

Con estos parámetros, podemos asegurar que no se entiende el trabajo oncológico sin un enfoque multidisciplinar, en el que los dentistas tienen una labor fundamental. Debe haber una comunicación fluida y en tiempo real entre ambos equipos, lo que permitirá una calidad asistencial óptima y personalizada a cada paciente.

Entre los efectos secundarios más comunes de la radioterapia y la quimioterapia en la boca están:

-sequedad bucal y saliva espesa

-llagas en la boca

-mucositis (inflamación de los tejidos de la boca)

-caries

-infecciones y enfermedades gingivales

-problemas óseos

-dificultades a la hora de masticar, tragar o hablar. 

Estos efectos no son permanentes, pero si no son tratados lo antes posible pueden agravarse y generar daños permanentes a tu salud bucodental. 

Los dentistas pueden aportar mucho a los equipos oncológicos:

-minimizar los efectos secundarios más comunes en la boca.

-las revisiones les permiten buscar infecciones u otros problemas que podrían complicar la atención del cáncer y debilitar el sistema inmunitario del paciente.

-pueden recomendar el uso de protectores bucales personalizados a los pacientes que reciben radiación, protegiendo así la boca.

-ayudar en la atención multidisciplinar al paciente oncológico.

Consejos:

-Hay que cepillarse los dientes con suavidad y con un cepillo blando. Utilizar hilo dental diariamente.

-Realizar aplicaciones de flúor para minimizar el riesgo de caries.

-Utilizar un colutorio de clorhexidina sin alcohol.

-Hay que mantenerse hidratado: recuerda beber alrededor de 2 litros de agua al día.

-Hay que llevar una dieta sana y reducir en lo posible la ingesta de azúcar. Mejor nada de alcohol ni tabaco. Refuerza tus huesos consumiendo vitamina D y calcio.

-Revisiones dentales más habituales. 

-Cualquier tratamiento invasivo en la cavidad bucal pasará por la valoración conjunta del oncólogo y el dentista. 

Una exploración oral previa al tratamiento oncológico será un buen punto de partida.