Onicofagia o morderse las uñas
Al hábito de morderse las uñas se le denomina onicofagia y puede ser muy perjudicial para la salud bucodental. Además de desgaste dental y un deterioro excesivo de los incisivos, favorece la aparición de infecciones orales, problemas en la articulación temporomandibular y halitosis.
Este peligroso hábito afecta a un importante porcentaje de la población. Suele comenzar en la infancia, de manera involuntaria y, tras convertirse en costumbre, perdura en la edad adulta.
¿De qué manera repercute en la salud bucodental? En nuestras uñas se acumulan diariamente numerosas bacterias, hongos y virus. Al entrar en contacto con la boca, generan infecciones e inflamaciones en la cavidad oral:
-Nuestras encías pueden ser más vulnerables y sufrir úlceras a causa de las bacterias que se acumulan en las manos.
-Este hábito daña seriamente el esmalte de los dientes por el raspado continuo que ejercen sobre un cuerpo sólido, especialmente, los incisivos superiores.
-Como el movimiento es repetitivo, tanto la arcada como el paladar pueden deformarse. Incluso, como decíamos anteriormente, puede verse afectada la ATM, articulación temporomandibular.
-Al morder las uñas, las bacterias que se esconden debajo de éstas pueden llegar a la boca y, por tanto, aumenta el riesgo de caries.
-Halitosis: por la misma razón, este traspaso de bacterias de las uñas a la boca, junto con una mala higiene bucal, puede contribuir al desarrollo de mal aliento.
-Infecciones bucales: los virus, bacterias y hongos presentes en las manos pueden causar infecciones en la boca que, en ocasiones, se manifiestan con la aparición de llagas o herpes. Este gesto puede ser la vía de entrada de diferentes microorganismos a nuestro cuerpo.
-Además, afecta también a los tratamientos de restauración dental, como las carillas, y a las coronas de los dientes anteriores superiores e inferiores.
El hábito de morderse las uñas es difícil de abandonar ya que se suele convertir en un vicio que se realiza de manera automática y casi inconsciente. Pero sí hay métodos que pueden ayudar a dejar esta manía tan peligrosa para la salud oral. Por ejemplo, esmaltes especiales que tienen un sabor muy desagradable. También una buena gestión del estrés podría ser útil ya que la onicofagia se relaciona con la ansiedad.
Si te preocupa tu salud bucodental, acude al Centro Odontológico ALAIA y nuestros profesionales comprobarán si esta mala prácticaestá afectando a tu boca.
Elimina los malos hábitos y cuida tu salud