Come con cabeza y piensa en la salud
Una mala alimentación es un factor de riesgo común en las enfermedades crónicas no transmisibles. Puede causar, entre otros trastornos, un considerable aumento de la inflamación en el organismo, algo que está en el origen de patologías como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la periodontitis.
La dieta puede influir en la manera en que el sistema inmune va a responder a las diferentes agresiones, al ser capaz de alterar la respuesta inflamatoria, tanto a nivel local como a nivel general.
Los expertos tienen cada vez más clara la influencia de la dieta en la salud. La ingesta de nutrientes esenciales (vitaminas y minerales) es imprescindible para la vida. Pero la alimentación puede ser inadecuada tanto por un defecto en estos nutrientes como por un exceso de otros productos menos deseables, entre los que están los ácidos grasos saturados o los hidratos de carbono refinados.
Todo esto, afecta a la salud general de nuestro cuerpo y, por consiguiente, también a la salud bucodental.
Asimismo, la dieta rica en azúcares refinados influye negativamente en la cavidad oral al ser cariogénica, es decir, promueve o produce el desarrollo de caries.
Varios estudios han demostrado cómo la combinación de un déficit de higiene bucodental y una dieta rica en hidratos de carbono refinados se asocia con la aparición de gingivitis, siendo mucho mayor la carga inflamatoria cuanto más se aumenta la ingesta de estos hidratos. Y no hay que olvidar que la gingivitis es el paso previo a la periodontitis.
Si mejoramos la dieta, podría optimizarse la respuesta de nuestro sistema inmune frente al biofilm bacteriano y mejorar la salud gingival.
Nuestra recomendación nos lleva a la dieta mediterránea, rica en ácidos grasos monoinsaturados (como el aceite de oliva) y caracterizada por el consumo de frutas y verduras de temporada, pescado azul y legumbres.
Las enfermedades crónicas no transmisibles matan a 41 millones de personas cada año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que supone un 71 por ciento del total de muertes que se producen en el mundo.
Estas enfermedades son de origen multifactorial. La alimentación es uno de esos factores y en él sí podemos influir. Está claro que la decisión más importante para nuestra salud, tanto bucal como general, la tomamos diariamente al elegir lo que comemos.
Controla lo que comes y mejorará tu salud