Neumonía e higiene oral

Cada vez se conoce más y mejor la posible interacción entre la enfermedad periodontal y las enfermedades sistémicas, dando lugar a lo que se denomina Medicina Periodontal. Esta especialidad asume el hecho de que ciertas enfermedades de las encías pueden aumentar los trastornos sistémicos preexistentes. 

Asimismo, hay investigaciones que demuestran que las bacterias de la boca juegan un papel fundamental en el desarrollo de una posible neumonía. Y a la inversa, esta enfermedad modifica considerablemente las bacterias bucales. De ahí, la relación entre salud oral y enfermedades respiratorias. 

Los investigadores han demostrado una tasa mayor de mortalidad por neumonía en aquellos pacientes que experimentan un porcentaje mayor de problemas gingivales. 

La neumonía es, seguramente, una de las enfermedades más temidas en estos tiempos de coronavirus. Pero, lógicamente aquella que desencadena la Covid-19 no ha hecho que desaparezcan otras variantes, causadas por otros virus y patógenos.   

Una buena salud bucodental limita el número de bacterias en la cavidad oral que pueden acabar originando la enfermedad.  

Nunca hay que saltarse el lavado de la noche. Mientras dormimos, el líquido que tenemos en la boca puede caer, poco a poco, dentro de las vías aéreas. Es lo que se denomina microaspiraciones. Si en este líquido hay virus o bacterias capaces de provocar neumonías, el riesgo de desarrollar una es, lógicamente, mayor. 

La continuidad anatómica entre la boca y los pulmones hace que exista una íntima relación entre ellos. En condiciones normales, un agente infeccioso debe vencer los sofisticados mecanismos de defensa para alcanzar el tracto respiratorio. Por eso, es necesario dar su importancia a las bacterias orales, que podrían jugar un papel primordial en el desarrollo de las enfermedades respiratorias. 

El papel del equipo odontológico es vital. Acudir dos veces al año a la consulta del dentista no sólo mantiene las encías y los dientes sanos, sino que reduce la cantidad de bacterias que viven en la cavidad oral y disminuye el riesgo de acabar padeciendo una neumonía. 

La salud bucodental como primera barrera de defensa.