El Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Se estableció en 1988 y, desde entonces, las agencias de Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen en diferentes actividades de concienciación.

El 1 de diciembre se conmemora esta jornada que pretende apoyar a las personas que padecen esta enfermedad y sensibilizar a la sociedad sobre diversos aspectos relacionados con el VIH.

Este año el lema es: “Poner fin a las desigualdades. Poner fin al Sida. Poner fin a las pandemias”.

La ONU establece que la salud es un derecho humano y debe ser una de las principales prioridades de inversión para lograr la cobertura sanitaria universal. Para superar la Covid-19 y poner fin al Sida, el mundo debe ser solidario y compartir la responsabilidad.

La Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) subraya la importancia de que las personas con VIH sigan una serie de consejos prácticos y sencillos para evitar problemas adicionales en su salud bucal que, además, pueden dar lugar a otras complicaciones sistémicas.

Y es que los problemas orales son muy frecuentes en las personas infectadas por este virus, debido al debilitamiento del sistema inmunitario. Son más susceptibles a tener aftas, llagas en la boca, caries o periodontitis.

La destrucción de los tejidos de soporte de los dientes (encías, hueso alveolar) es más rápida y agresiva en estos pacientes. Sus defensas no pueden combatir las infecciones de modo que, al final, pueden acabar perdiendo las piezas dentales.

Aunque la terapia antirretroviral combinada ha hecho que algunos de estos problemas disminuyan su frecuencia, otros se presentan más a menudo, en relación con los fármacos: por ejemplo, la sequedad de boca, un efecto muy habitual de estas terapias. Esto conlleva problemas al masticar o tragar e, incluso, puede impedir tomar los medicamentos necesarios.

Pero, además, la salud bucodental puede ser un precoz indicador de que existe infección por VIH. Esto es debido a que muchos de los signos y síntomas típicos de este virus aparecen por primera vez en la boca y, a menudo, es el profesional de la salud oral el primero en notar estos cambios.

Será esencial que la persona enferma siga escrupulosamente unas recomendaciones básicas de higiene bucodental. Las revisiones con su odontólogo tendrán que realizarse también más a menudo y el especialista podrá administrar los tratamientos necesarios para minimizar los problemas bucales y no reducir así la calidad de vida.

La boca, un indicador clave frente al VIH.

El skyce o piercing dental consiste en colocar una pieza de strass, a modo de pequeño brillante, que puede tener diversas formas y colores. Suelen situarse en los incisivos centrales o laterales, concretamente, en los superiores y se colocan utilizando la misma técnica que la llevada a cabo para fijar los brackets. Es un procedimiento indoloro y muy sencillo, que no requiere de anestesia previa, y dura aproximadamente unos 15 o 20 minutos.

Dicen que la cara es el espejo del alma y nada brilla más en ella que una sonrisa bonita. Los piercings dentales existen desde la antigüedad, con un significado en origen religioso o tribal. Actualmente, las costumbres ancestrales se han convertido en un reclamo estético innovador. Esta moda surgió en Estados Unidos y posteriormente viajó hasta Europa. En la actualidad, tiene gran éxito en Latinoamérica.

Incluso las denominadas “influencers” y “celebrities” se han sumado a la tendencia con una estética transgresora, en muchos casos, iluminando sus piezas dentales con elementos muy llamativos.

Es muy importante que el trabajo lo realice un odontólogo ya que no todos los adhesivos que se utilizan son idóneos y si el proceso no se realiza por un profesional, el esmalte puede resultar dañado.

La duración del piercing dental puede llegar a ser indefinida, aunque es posible retirarlo cuando se desee. Su duración dependerá de los hábitos de alimentación e higiene que tenga la persona.

Al tratarse de un elemento extraño en la boca, la joya dental requiere de cierta atención: imprescindible, una higiene diaria extrema, tanto en piezas dentales, como encías y lengua. Hay partículas de alimentos que pueden quedar atrapadas alrededor de la pieza y también se puede dar acumulación de placa e, incluso, dañar el esmalte.

Un requisito previo para poder apuntarse a esta moda es tener unos dientes sanos, sin sarro ni caries, para evitar posibles complicaciones. Si es así y, posteriormente, cuidas la higiene oral, no habrá ningún problema. Además, no necesita mantenimiento adicional después de su colocación.

La estética es importante, pero no hay que descuidar por ello la salud ni olvidar los posibles riesgos asociados a esta moda. Sin lugar a dudas, tu odontólogo no sólo es la persona indicada si has decidido colocarte el piercing dental, sino que además es la mejor fuente de información y quien te puede dar los mejores consejos al respecto.

Además, estas joyas dentales son de uso clínico, por lo que no hay que fiarse de vendedores externos.

Cuida tu imagen, cuida tu salud.

Los especialistas lo tienen claro: una buena salud oral ayuda a preservar una buena salud cardiovascular.

Parece que las especialidades médicas de Cardiología y Odontología están muy separadas y, sin embargo, existe un vínculo muy importante entre ellas. Los estudios atribuyen esta estrecha relación entre corazón y boca a la gran cantidad de bacterias que se sitúan bajo la encía y que pueden pasar a la sangre y afectar a otras zonas del organismo, además de aumentar el nivel de inflamación de todo el cuerpo.

Según indica el Consejo General de Dentistas, las bacterias orales afectan a las paredes de los vasos sanguíneos, provocando una respuesta inflamatoria en el organismo. Esto es debido a que se liberan sustancias llamadas mediadores inflamatorios, los cuales pueden dañar la pared de las arterias y facilitar así una patología cardiovascular.

La Asociación Americana del Corazón también ha confirmado que enfermedades cardíacas como la arteriosclerosis (arterias obstruidas), la endocarditis (infección del revestimiento interno del corazón) o la apoplejía (embolia o trombosis) están vinculadas con las bacterias de la boca. 

La Fundación Española del Corazón subraya investigaciones que han mostrado que, entre las personas con cardiopatía isquémica, alrededor del 40 por ciento ya han sufrido pérdida de piezas dentales. Este dato indica que la enfermedad periodontal grave es muy frecuente en pacientes con problemas coronarios.

Por tanto, si mantenemos una buena higiene bucodental, logramos reducir placa bacteriana en la cavidad oral y eso redunda en una menor inflamación a nivel local, en las encías. A su vez, esto favorece que haya una menor inflamación a nivel sistémico.

Las personas con enfermedad periodontal tienen el doble de riesgo de fallecer de un ataque cardiaco y tres veces más posibilidad de sufrir un derrame cerebral.

Debido a que las enfermedades cardíacas y la presión arterial muy alta pueden tener un impacto directo en la salud bucodental y viceversa, recomendamos realizar las correspondientes revisiones con el dentista y, ante todo, comentar con él si padece alguna enfermedad del corazón. De esta manera, el especialista encontrará el enfoque más oportuno para su situación y adaptará el tratamiento, los medicamentos y el proceso en general a su historial.

En este sentido, evitar el consumo de tabaco y alcohol, seguir una dieta sana y equilibrada, baja en azúcar, sal y grasas, y alta en frutas y verduras, reduce las enfermedades bucodentales y contribuye a una buena salud general.

Estas son las señales de una mala salud oral que pueden desencadenar enfermedades cardiovasculares:

  • encías rojas e inflamadas
  • encías que sangran
  • mal aliento
  • retracción de las encías
  • dientes con movilidad

Comunique a su dentista cualquier variación en su historial médico. Cuente con nosotros. Cuente con ALAIA. Nuestro objetivo es enseñarle cómo cuidar su salud general a través del cuidado de su boca.

Protege tu corazón y tu sonrisa.

Los colutorios tienen efectos beneficiosos para la salud bucodental, como la reducción del riesgo de caries o la eliminación de la placa bacteriana. Sin embargo, deben ser prescritos por el dentista, por las posibles consecuencias negativas que algunos de estos productos pueden conllevar. Por ejemplo, tinciones amarillentas en los dientes, alteraciones del gusto y, sobre todo, pueden enmascarar determinadas lesiones que podrían llegar a ser graves.

Es importante que se usen como complemento o parte de un plan terapéutico, nunca como sustituto del cepillado dental. De lo contrario, viene a ser como poner acondicionador en el cabello, sin haberlo lavado antes con un champú.

Los restos de alimentos y la placa bacteriana sólo se eliminan mediante el barrido mecánico que se logra con un correcto cepillado.

Los colutorios ayudan a reforzar la higiene dental y nos proporcionan beneficios adicionales: por ejemplo, pueden ayudarnos a reducir la hipersensibilidad en los dientes, a combatir la halitosis, boca seca o a reducir la gingivitis (inflamación de las encías). Esto es debido a que contribuyen a la lubricación de las mucosas y estimulan la producción de saliva. Pero siempre, por delante, un buen cepillado (eléctrico o manual).

Hay varios tipos de colutorios, en función de su composición y de la acción terapéutica que se desee obtener:

  • Colutorios con concentraciones variables de flúor para prevenir la caries y remineralizar los dientes.
  • Colutorios con clorhexidina, para combatir la halitosis y problemas ocasionados por la placa bacteriana. También se utilizan en los tratamientos para la enfermedad periodontal.
  • Colutorios con acción contra la hipersensibilidad, con nitrato potásico y flúor.
  • Colutorios con medicamentos específicos para ayudar a la salivación y lubricación de las mucosas.
  • Aquellos para complementar algunos tratamientos de blanqueamiento de dientes.
  • Colutorios para ayudar en la cicatrización de heridas, con vitaminas y compuestos cicatrizantes.

Al igual que ocurre con la alimentación, estos productos tienen fecha de caducidad y es fundamental no usarlos cuando dicha fecha haya vencido, por los posibles efectos adversos.

En el Centro Odontológico ALAIA recomendamos los colutorios sin alcohol, para no irritar la mucosa oral. En tu próxima visita, podemos señalarte el que más se ajuste a tus necesidades.

Sin olvidar primero el cepillado, claro.

El Centro Odontológico ALAIA se suma a partir de hoy a la campaña “Prevención del Cáncer Oral”, promovida por el Consejo General de Dentistas y que se prolongará hasta el próximo 3 de diciembre.

La campaña va dirigida a los mayores de 45 años. Se llevarán a cabo revisiones gratuitas orientadas a la prevención del cáncer oral.

Se sabe que entre el 70 y el 75 por ciento de los casos de este tipo de patología se diagnostican tarde, lo que complica el tratamiento.

Esta campaña es una herramienta útil para trasladar pautas básicas de autodiagnóstico y dar a conocer posibles señales de alarma, máxime en aquellas personas con factores de riesgo.

Vigilando, acudiendo a consulta y con una actuación rápida, podemos combatir el cáncer oral y sus consecuencias.

La sensibilización y educación sanitaria de la población, tanto en lo referente a los signos de alarma, como a los principales factores de riesgo -tabaco, alcohol, virus del papiloma humano, una excesiva exposición solar- es fundamental para prevenir este tipo de cáncer.

Desgraciadamente, como hemos apuntado, en nuestro país alrededor del 75 por ciento de los cánceres orales se detectan en fases avanzadas, en las que empeora el pronóstico y la calidad de vida del paciente.

Este es uno de los motivos por los que el Consejo General de Dentistas renueva su campaña de concienciación a la sociedad.

Asimismo, recuerda la necesidad de llevar un estilo de vida saludable y visitar al dentista, al menos, una vez al año. A partir de los 40 años es recomendable cada seis meses. De esta manera, es posible detectar antes lesiones que podrían derivar en esta grave patología. También es muy importante la autoexploración y acudir al especialista si observamos cualquier cambio en labios, paladar, lengua, interior de las mejillas o encías.

No lo dejes para mañana: vigila el cáncer oral.