La historia de la Odontología

La Odontología, como rama de la medicina, juega un papel crucial en el cuidado de la salud.

La historia de esta especialidad se remonta al año 7.000 aC, en la civilización ubicada en el valle del Indo (la actual Pakistán). Hay estudios que evidencian que en aquella época había artesanos que usaron una especie de taladro hecho con cabezas de sílex para quitar el esmalte y tejido dental podrido. Fue un procedimiento sorprendentemente efectivo.

Los médicos egipcios fueron los primeros “dentistas”, hacia el año 3.000 aC. Incrustaban piedras preciosas en los dientes para decorar y sujetar las piezas. Etruscos y fenicios utilizaron alambres de oro, el marfil y las conchas de mar para la sujeción entre dientes.

Las excavaciones arqueológicas han demostrado que utilizaban como cepillos para la higiene oral palos de mascar, ramas de árboles, plumas de pájaros o huesos de animales. La primera “pasta de dientes” también tiene sello egipcio y estaba elaborada con polvo de sal, pimienta, hojas de menta, flores y cáscara de huevo.

En el siglo VI aC nacen las primeras escuelas médicas en Grecia. Los filósofos Hipócrates y Aristóteles destacaron por señalar el uso del alambre caliente para tratar enfermedades bucodentales. También estudiaron la extracción dental y la posibilidad de tratar fracturas maxilares.

Destacamos también en el siglo I dC la figura de Galeno de Pérgamo, que algunos consideran como el primero que recomendó “lavarse los dientes”, frotándolos con una piedra abrasiva después de cada comida.

Entre el período de conocimiento griego y la Edad Media, fueron los árabes los que más avanzaron en el estudio de esta disciplina. Los califas de Bagdad tradujeron los escritos de Galeno y Aristóteles y desarrollaron muchas técnicas que, posteriormente, fueron adoptadas en Europa.

Avanzado el tiempo, en el continente europeo apareció la figura de los barberos-cirujanos, cuyo número aumentó considerablemente a partir del siglo XIII. Se ocupaban del sangrado, los enemas, las ventosas y la extracción de dientes.

Una idea más cercana a lo que hoy es la profesión de dentista la tenemos en el siglo XVIII, unida a un nombre: Pierre Fauchard de Francia, conocido como el padre de la Odontología moderna.

Cuando tenía 15 años, inició su entrenamiento quirúrgico en la Marina francesa. Estudió, sobre todo, las enfermedades de la boca ya que estuvo expuesto a varias de ellas durante su estancia en alta mar. Cuando dejó la Marina, comenzó a trabajar como dentista profesional en Francia y se ganó una prometedora reputación como cirujano. Redactó su propio tratado sobre los fundamentos de la Odontología, donde sentaba las bases científicas para el futuro de nuestra profesión.

A partir del siglo XIX, la tecnología dental avanzó rápidamente. Se lograron avances muy importantes, sobre todo, en el desarrollo de prótesis y materiales. También en los estudios de esta ciencia de la salud. En 1840, en Baltimore (USA), nació el título de “Doctor en Cirugía Dental”.

En la segunda mitad del siglo XX, los avances no tienen freno: los dientes de repuesto de porcelana, el hilo dental de seda, novedosos procedimientos quirúrgicos y descripciones anatómicas o nuevos materiales.

Se avanzó en implantología, en ortodoncia, radiografía dental, la anestesia oral, conocimos la primera silla dental totalmente reclinable o el cepillo dental eléctrico, entre otros.

Como podemos ver, la historia de la Odontología ha recorrido un largo camino desde que se utilizó el primer y rudimentario taladro dental hace miles de años. Pero le queda mucho más trayecto para recorrer. Estamos seguros de que, de aquí a unos años, la ciencia y la tecnología nos deparan muchas sorpresas en nuestra profesión. Avances a los que ALAIA se sumará ya que nos permitirán mejorar la salud bucodental de todos nuestros pacientes.

¡Orgullosos de nuestra profesión!