La importancia de la salud bucodental
Cuando miramos a una persona, lo primero que percibimos son los ojos y la boca. La sonrisa es nuestra tarjeta de presentación de cara a los demás. De ahí, la importancia de una buena salud bucodental que, además, no se limita al ámbito de la estética sino que tiene su vertiente, quizá fundamental, en las funciones vitales que llevamos a cabo con la boca.
Gracias a unos dientes sanos, por ejemplo, realizamos la masticación y la deglución, que suponen el inicio de la digestión. Es decir, son determinantes para el buen funcionamiento del resto del organismo. Gracias a nuestra boca y nuestra lengua podemos articular el lenguaje o dedicar una sonrisa a alguien.
Hay estudios que confirman que la salud bucal es fiel reflejo del estado general de nuestro cuerpo.
Si no cuidamos nuestros dientes y nuestras encías, pueden aparecer caries, mal aliento, inflamación, problemas en la dicción y el lenguaje (cuando se pierden piezas y no son repuestas, la fonética se ve sumamente afectada) e, incluso, nos puede afectar al desarrollo psicológico de la autoestima.
Entre los problemas que pueden aparecer si hay una mala higiene oral se incluyen el dolor oral y facial, problemas cardíacos, en el aparato digestivo o en otros órganos fundamentales.
Además, los cuidados de la salud oral cobran ahora una importancia todavía más trascendental, dentro del marco de pandemia de coronavirus en el que nos encontramos. Hay que reforzar los cuidados y prestar más atención a la rutina de higiene. Te protegerás tú y protegerás a quien te rodea.
Algunos consejos muy sencillos para mantener una buena salud bucodental:
- Cepilla tus dientes todos los días, después de cada comida y, al menos, durante tres minutos.
- Cambia tu cepillo dental de manera regular, aproximadamente cada tres meses, e incluso antes si las cerdas están ya desgastadas. Así, el cepillado será más efectivo y ayudarás a prevenir la propagación de bacterias.
Además, si has tenido el coronavirus o tienes algún síntoma parecido, serás más prudente si lo cambias por uno nuevo.
- Se requiere un cepillado con movimientos suaves y cortos, no olvidando la lengua y las encías.
- Lava el cepillo con agua después de lavarte los dientes y guárdalo en posición vertical.
- Usa hilo dental, al menos, una vez al día.
- Usa un enjuague bucal para proteger tu boca.
- Controla tu consumo de azúcar y si tienes niñ@s alrededor, recuérdales que se laven los dientes tras la ingesta de caramelos o dulces.
- Las visitas regulares a nuestro dentista pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud en general y también nuestra imagen hacia los demás.
¡Cuídate! Si sigues estos pequeños consejos y tienes a tu dentista como tu fiel aliado, mejorará tu salud bucodental y también tu sonrisa. Y eso es síntoma de FELICIDAD.